Llevar los libros a los lectores, para promover la lectura, sería la alternativa frente al cierre de las bibliotecas en Chiclayo, propone el gestor cultural Jorge Vásquez Orrego. Tras la pandemia de Covid-19, dos de las principales bibliotecas han cerrado sus puertas, hasta nuevo aviso.
Como una medida para contener la expansión del coronavirus, guardar el distanciamiento social y proteger a los lectores, la Biblioteca Municipal Eufemio Lora y Lora, mantiene sus puertas cerradas.
El recinto cultural, desde marzo de 2020 no ha vuelto a abrir, y es más que seguro que continúe así por largo tiempo. Solo una trabajadora municipal da indicaciones y señala que, por ahora no se atiende.
En una situación similar se encuentra la biblioteca de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo, perteneciente a la facultad de Derecho, ubicada en la calle San José de Chiclayo, la cual con un candado grande, nos avisa que está cerrada y no hay atención.
“Imagínate, bibliotecas cerradas, aparte que nosotros no somos una sociedad lectora, entonces, la crisis es mucho más grande de lo que pensamos. Es posible que este año continúe el cierre de los centros culturales y de las bibliotecas”, sostiene Jorge Vásquez Orrego, gestor cultural.
Casi un año, de que estos recintos que han permitido a miles de personas realizar estudios, consultas o buscar información valiosa de su interés, están cerrados. Situación que podría ser considerada como una crisis de las bibliotecas.
“De hecho hay una crisis en el sector cultura y educación en este momento. Es una crisis que no se está atendiendo. Si hablamos de libros y de arte estamos totalmente desprotegidos”.
Vásquez Orrego considera que el tener las bibliotecas cerradas va en desmedro del conocimiento y del hábito de buscar información en los libros.
“Sí es un golpe para nuestra sociedad, porque los jóvenes o estudiantes, sobre todo, no van a tener esa posibilidad de contactarse con la cultura y el conocimiento”.
SALIDA
Sin embargo, mientras las bibliotecas estén cerradas, para evitar el contagio de Covid-19, debido a que son espacios cerrados, surge la propuesta de llevar los libros hacia los barrios en lugares públicos y más ventilados.
“Tendrían que mejorarse esos protocolos para que se puedan dar servicios en lugares más abiertos como parques o espacios donde es menos frecuente la contaminación”.
