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Publicado el Lunes, 18 de Enero del 2021

Casa de Acogida ampara a mujeres vulnerables

Casa de Acogida para Mujeres en Situación Vulnerable de Lambayeque está en funcionamiento y espera recibir a quienes requieran apoyo en salud, psicológico, de alimentos y deseen ser autosostenibles. La iniciativa corre a cargo de la Asociación Color Esperanza, Cáritas Chiclayo y la Comisión de Movilidad Humana de la Diócesis de Chiclayo.
 
El proyecto está destinado a mujeres peruanas como migrantes en situación de especial dificultad, como violencia económica estructural, abandono o que sufran algún tipo de violencia que contribuya al agravamiento de la situación de desigualdad, donde pueda haber o no, niños de por medio.
 
Esta Casa de Acogida se ha iniciado hace un mes y medio, se ubica en el distrito de Puerto Eten, en la Villa San Vicente de la Comunidad Vicentina. Brinda este espacio para que las mujeres puedan recuperarse y recuperar su vida.
 
“Para tener un acompañamiento y ayudarlas para que puedan tener iniciativas y propuestas de auto sostenimiento, donde se les apoyará para que se puedan recuperar y volver otra vez”, señala Yolanda Díaz Callirgos, coordinadora de la Comisión de Movilidad Humana y Trata de Personas.
 
Yolanda Díaz manifiesta que las mujeres que lleguen a la Casa de Acogida deben saber que van a tener un lugar donde van a ser acompañadas por un equipo multidisciplinario, que ofrecerá apoyo psicológico, salud, alimentación y promoverá una experiencial interior, donde ellas también intervengan y participen como una comunidad y entre ellas se ayuden y compartan responsabilidades.
 
“La Casa de Acogida tiene que estar marcada por la autonomía y la libertad, tienen que venir por decisión propia y también hacerse cargo entre ellas, de su propia vida, y colaborar como equipo. Y ojalá esta experiencia se replique en otros lugares o crecer”.
 
Se trata de una casa temporal, solo por unos meses, hasta que las mujeres puedan volver a su vida normal. Esta iniciativa está dada por el Obispado de Chiclayo, y es impulsada por el obispo, Robert Prevost, la Comisión de Movilidad Humana y la Asociación Color Esperanza.
 
“Se ha tenido una reunión de información y coordinación con el Poder Judicial, Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo para que tengan conocimiento y puedan derivar algunos casos y además para tener el apoyo de estas instituciones, para contar con un respaldo y tener éxito en lo que se ha propuesto”.
 
Al respecto, la oficina de la Defensoría del Pueblo en Lambayeque resaltó la importancia de este tipo de iniciativas comunitarias para proteger a las víctimas y consideró que puede ser un referente para ser replicado en otras ciudades o regiones del país.
 
En la región Lambayeque, durante el año 2020, se registraron un promedio de 2760 casos de violencia hacia la mujer, cuatro casos con características de feminicidio y nueve de tentativas de feminicidio, situación que evidencia el riesgo constante en el que se encuentran las mujeres
 
 

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