A raíz de la pandemia de la Covid-19, tanto empresas urbanizadoras como traficantes de tierras están aprovechando la coyuntura para destruir o invadir el patrimonio arqueológico, denuncia el director encargado del Museo Sicán, Daniel Pérez Bustamante.
Pérez Bustamante dio a conocer que en la provincia de Ferreñafe se estima que son aproximadamente 40 hectáreas de zonas declaradas como Patrimonio Cultural de la Nación las que han sido invadidas durante los meses de pandemia.
El director (e) del Museo Sicán, Daniel Pérez Bustamante cita cuatro casos registrados durante estos meses, donde urge la intervención del Ministerio Público y la Policía Nacional.
En Mayascón, lugar que tiene gran potencial turístico, y contempla petroglifos y acuíferos, que hace especial la zona, está siendo invadido. El lugar específico es el sector 1 en el parque arqueológico de Batangrande.
Pérez Bustamante menciona que son autoridades locales y gente común que buscan ampliar sus viviendas, por lo que han invadido media hectárea a más.
Sobre este caso, se han desarrollado reuniones donde participaron los representantes de la Dirección Desconcentrada de Cultura, el municipio distrital de Pítipo y los pobladores de Mayascón.
El objetivo fue explicarles y recomendarles que desistan de esta invasión, por lo que se espera llegar a un entendimiento, y que en caso los invasores hagan caso omiso, serán denunciados.
La recomendación también fue que se disponga de un guardián para que deje de ser ‘tierra de nadie’.
Un segundo caso es en Tambo Real, donde personas que en anteriores oportunidades ya han sido denunciadas ante la Fiscalía, insisten en vender de manera irregular tierras del Estado que fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Nación a ciudadanos que desconocen sobre la situación del área arqueológica.
“Debe ser doble sanción para ellos, uno por hacerlo en tiempo de pandemia y dos por actuar de manera ilegal y reiterativa. Es gente a la que ya se les acusó en su momento, se solucionó el tema legal y otra vez han regresado, creando zozobra en la población. No es justo que se aprovechen de la situación para hacer lo que quieran y caemos en un canibalismo del territorio”, dico Pérez Bustamante.
Ferreñafe también ha tenido problemas con las urbanizadoras. En la zona de Punto 4 entre Mochumí y Ferreñafe, una empresa dedicada a la construcción de urbanizaciones, por necesidad de obtener relleno para las bases de las futuras casas, decidió nivelar las huacas.
Otra empresa urbanizadora decidió dañar una zona ubicada entre Picsi y Ferreñafe, donde arrasaron con cuatro hectáreas del sitio arqueológico Sicán medio, aplanando la zona para vender lotes de terreno.
“Si seguimos así vamos a perder el patrimonio que es la identidad de Lambayeque y las posibilidades de crear un pueblo turístico con responsabilidad social y que las comunidades se beneficien. Son los traficantes de tierras de cuello y corbata a quienes hay que denunciar de manera drástica, no es justo que destruyan el patrimonio de los peruanos”, expresó.
La Dirección Desconcentrada de Cultura está coordinando acciones con la Unidad Ejecutora de Lambayeque, Policía Nacional y Fiscalía, a fin de sancionar estas acciones ilegales.
El modus operandi de estas empresas es contratar a personas para que vayan recogiendo las cosas que la maquinaria destruye del sitio, como restos humanos y arqueológicos, a fin que no quede evidencias.
Pérez Bustamante dice que la solución sería poner mano dura de parte de la Fiscalía y la Policía para proteger el patrimonio nacional.