Hace muchos años atrás el vivero forestal era un espacio rodeado de árboles que constituían un pulmón para la ciudad. Sin embargo, desde la pasada gestión municipal y la actual, se han talado varias de estas especies.

 

Alejandro Pérez es un vecino del lugar que se comunicó con La Industria para presentar su queja ante esta situación, ya que según sostiene, le da mucha lástima el completo abandono en que se encuentra el vivero forestal municipal de Chiclayo.

“En un comienzo todo era rodeado de árboles, pero en la gestión de David Cornejo talaron una parte de ellos en Angamos y Pardo; cuando reclamé se detuvieron, pero podaron ocho a 10 árboles”, comentó.

 

Indicó que la respuesta en ese momento fue que una vecina había pedido que los talen, porque era peligroso y aprovechado por los delincuentes.

 

No obstante, refirió que la semana pasada talaron tres árboles y ya están quedando muy pocos.

 

Manifestó que en la calle paralela a Angamos que colinda con la parte de atrás del serenazgo, no queda ni un solo árbol y por la calle Naturaleza solo faltan tres a cuatro (que fueron podados), pero el resto sigue en pie y es la única zona que aún tiene frondosos troncos.

 

El vecino lamentó también el deterioro del interior. “En Chiclayo nos hemos acostumbrado a vivir así y nadie dice nada, nadie reclama nada, las autoridades se han acostumbrado a eso”, observó, indicando que hay plantas, pero están descuidadas.

 

Asimismo, anotó que en este vivero al parecer, hacen abono y lo llevan en camionetas supuestamente para los jardines de las distintas partes de la ciudad, pero en su opinión, no hay ni un solo jardín que luzca bien cuidado; “por eso nos preguntamos a dónde llevan ese abono”.

 

Pérez sostuvo que cuando se percató que cortaron árboles acudió a reclamar, pero no encontró a nadie. Ayer acompañado del reportero gráfico de La Industria, un trabajador dijo que ese tronco que estaba cortando le había regalado la FAP, que no era cortado del vivero, pese a que el denunciante mostró la raíz y parte del tronco.

 

“Esto es el resultado de los puestos de confianza, que ponen gente que nada tiene que hacer ahí”, enfatizó y acotó que como residente 20 años en San Luis, puede indicar que el descuido empezó en la gestión de Cornejo Chinguel.

Baño público

 

Asimismo, indicó que este vivero (sus alrededores) se ha convertido en baño público o urinario de las personas que bajan en el paradero de los pueblos. “Los hombres orinan en fila, no hay un solo sereno cuidando en la esquina y alrededor es una pestilencia”, concluyó.