A pocos meses para que termine el 2020 y llegue el verano del 2021, la región Lambayeque, en la zona urbana como rural, continúa siendo vulnerable ante un desastre natural.

 

El presidente de la comisión de Gestión de Riesgos de Desastres del Colegio de Ingenieros de Lambayeque, Carlos Balarezo Mesones, señaló que resulta difícil que alguna obra que se pretenda ejecutar pueda iniciar en los próximos meses; en ese sentido, las cuencas estarán en una condición de alta vulnerabilidad en caso se produzcan lluvias por encima de los niveles normales en el próximo año.

 

En el ámbito urbano tampoco se ha ejecutado la importante obra del Drenaje Pluvial de Chiclayo, José Leonardo Ortiz y La Victoria.

 

Ante este escenario, precisó que solo queda prepararse para la respuesta de las instituciones, una de ellas es el Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) que debe contar con un almacén regional stockeado al igual que los almacenes adelantados, ubicados en los distritos de mayor vulnerabilidad.

 

También deben elaborarse los planes de operaciones, los cuales deberían ser evaluados mediante simulacros de inundación, a pesar de las dificultades ocasionadas por la pandemia del Covid-19.

Igualmente deben estar operativas las motobombas y maquinaria pesada para utilizar como respuesta a una posible emergencia que se pudiera presentar.

 

Balarezo Mesones indicó que a pesar que algunos distritos fueron declarados en emergencia por déficit hídrico no se puede descuidar las obras de prevención, teniendo en cuenta que a finales de 2016 también se declaró a la región en situación de emergencia por posible presencia del Fenómeno La Niña (escasez de lluvias) y en los primeros días del mes de febrero de 2017 se declaró en emergencia por lluvias e inundaciones ante la presencia del Fenómeno El Niño Costero.

 

Recordó que hace meses, el gobierno central puso en marcha la ejecución de los denominados Planes Integrales por Cuenca. En el caso de Lambayeque se consideró la ejecución de los planes integrales de la Cuenca del río Olmos, Motupe, La Leche, Chancay y Zaña.

 

Estos planes salieron a concurso público y las empresas suscribieron contratos con el Programa Subsectorial de Irrigaciones del Ministerio de Agricultura y Riego, pero se desconoce si ya concluyeron los trabajos.

 

Los planes integrales de los cinco ríos, permitirá reducir el riesgo de desbordes en épocas de aumento de caudal, en coordinación con la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios.

 

Los planes integrales tienen tres componentes: el primero es la ejecución de defensas ribereñas, muros de contención, etc. El segundo componente es la construcción de estructuras de captación, presas de laminación, reservorios, etc. Y el tercer componente es el tratamiento de las partes altas de la cuenca con defensas vivas, reforestación e instalación de Sistemas de Alerta Temprana.