Como parte de la reactivación económica frente a la pandemia generada por el covid-19, la Entidad Prestadora de Servicios de Saneamiento de Lambayeque (Epsel) reinició la limpieza y desarenado de las lagunas Boró I y II que se ubican en el distrito de Pomalca.
El reinicio de las labores fue inspeccionado por el gerente general Arturo Colchado Bolívar, quien señaló que esta limpieza va a permitir mayor capacidad de almacenamiento y que el agua llegue a la planta en mejor calidad, trabajos que no se han ejecutado nunca, desde que se construyó las lagunas Boro I y II.
El titular de Epsel indicó que el avance de la obra es de un 40 por ciento, eso quiere decir que en el mes de marzo o abril de 2021 culminará la limpieza de Boró I, cuya capacidad es de 500 mil metros cúbicos y luego pasarán a Boró II, que tiene una capacidad de 1.5 millones de metros cúbicos.
Hay que recordar que las aguas que contienen las Lagunas Boró I y II vienen de Tinajones, cuya capacidad de este reservorio es de 320 millones de metros cúbicos.
El presupuesto está previsto con el apoyo del Organismo Técnico de la Administración de los Servicios de Saneamiento-OTASS, cuyo monto es de cuatro millones 6,450 soles, correspondiente a las acciones inmediatas del Plan de Acción de Urgencia–PAU.
Este tipo de acciones de mantenimiento y limpieza se ejecutan después de 21 años, entendiéndose que esta infraestructura sanitaria ha soportado dos fenómenos naturales de lluvia intensa que se presentaron en la cuenca del Valle Chancay Lambayeque.
La erradicación de todo ese sedimento de acuerdo con lo establecido en los estudios de batimetría, ello consiste en retirar los lodos mediante el sistema mecánico, es decir, con el uso de excavadoras, tractores oruga, equipos de bombeo, cargador frontal y volquetes, además de equipamiento topográfico con GPS y personal profesional, técnico y operativo clave para este tipo de labores.
Con la reactivación de este servicio se estima recuperar las condiciones operativas originales, que permita mejorar la capacidad de almacenamiento de agua cruda, pues por efectos de la pandemia se ha reprogramado los plazos de culminación teniendo en cuenta los protocolos necesarios.