Por ello, el capellán del asilo, Simeón Gonzales Cruzado, tuvo la idea de publicar a través de sus redes sociales este pedido, porque gracias a Dios – como él señala – siempre hay corazones dispuestos a dar la mano a las personas que se encuentran en estado de vulnerabilidad.

 

El sacerdote contó que además de los 78 ancianos, en la casa hogar se encuentran 33 jóvenes estudiantes de secundaria (aspirantes a futuras religiosas) que se les conoce como Martitas y ocho religiosas. Ellas se encargan de los cuidados generales de los adultos mayores.

 

Asimismo, Simeón Gonzales relató que en el asilo trabajan unas 11 personas en las áreas de cocina, limpieza, jardinería y demás servicios fijos. Además, hay un grupo de voluntarios que se turnan por días para contribuir en las actividades. En total, cada día deben preparar un promedio de 130 platos de comida.

 

El capellán manifestó que – en este momento – necesitan alimentos, medicinas, productos de limpieza y pañales. Agregó que están realizando las gestiones correspondientes para adquirir computadoras, debido a que las Martitas están recibiendo clases virtuales durante la emergencia sanitaria.

 

Simeón Gonzales narró que – a pesar que se han prohibido las visitas por la pandemia – las familias de los ancianitos siempre están pendientes de ellos. No obstante, agregó que 30 adultos mayores no tienen un representante legal, ni familiares que les brinden algún apoyo.

 

Si están interesados en apoyar a los adultos mayores o a las Martitas, pueden comunicarse al 074-439725. La casa hogar se encuentra en la prolongación de la avenida José Balta (pasando la avenida Chiclayo), junto al colegio La Anunciata.

Recuerda que las religiosas recibirán cualquier donación que quieras realizar en la puerta del asilo.

 

El sacerdote pidió a toda la población lambayecana orar por este maravilloso proyecto y manifestó que cuando se termine la pandemia, espera que las personas puedan conocer el lugar donde viven para compartir momentos especiales.