Los comedores populares de distritos de las tres provincias de Lambayeque siguen a la espera de reactivar sus actividades para atender a miles de familias que debido a la pandemia de coronavirus han sido golpeadas en su salud y en su economía. Esperan que las municipalidades empiecen a proveerlas de alimentos.
Julia Castro Suárez, presidenta del comedor popular Nuestra Señora del Perpetuo Socorro del distrito de Puerto Eten, asegura que la última dotación de alimentos que recibieron para entregarles a las familias pobres de esta zona, fue en diciembre del año pasado.
“Fue la dotación del año pasado, pero en este año, hasta el momento, nada (…) y ya estamos julio y no llegan los alimentos. Y más aún en esta situación que viven las socias, ellas requieren los alimentos”, sostuvo la dirigente vecinal.
Este comedor popular tiene una dotación para entrega diaria de 50 raciones, que es distribuida a familias donde el padre no tiene un trabajo permanente, pues se dedica a la pesca artesanal. Aunque en los últimos tres meses les ha sido difícil estar en actividad debido al cierre del muelle.
“Nos comunican que se está viendo para la compra de alimentos, esa es la preocupación de las socias. Me llaman y me preguntan para cuándo los alimentos, pero no llegan hasta ahora”, precisa preocupada Julia Castro.
La subprefecta del distrito, Marisa Pizarro Chima, sostuvo recientemente una reunión con las responsables de este comedor popular, el único en el distrito, para conocer su situación. Determinándose que durante la pandemia permaneció cerrado.
Asimismo, que la Municipalidad Provincial de Chiclayo, de la cual depende este comedor popular, aún no envía los productos correspondientes de este año, debido a las medidas de confinamiento que estableció el Gobierno nacional.
Conociendo la difícil situación de las familias en situación de pobreza de Puerto Eten, y habiendo quedado un pequeño lote de alimentos, se dispuso entregarlos.
“Como antes de la pandemia tenían productos, esos productos se les entregó a los 36 socias y se les dio por igual. Se convocó a reunión y se les entregó. Hasta la fecha, es lo poco que se ha podido gestionar y apoyar”, precisa.
JAYANCA
En tanto en el distrito de Jayanca, donde funcionan 13 comedores populares, estos hasta el momento permanecen inactivos y por lo tanto tampoco reciben alimentos para las personas de menos recursos económicos.
La subprefecta del lugar, Miriam Pérez Vásquez, señala que una de las razones por las que han permanecido cerrados es precisamente por el riesgo que representaba el covid-19.
“Como se ha levantado la etapa de cuarentena, pienso que en esta semana seguro que ya deben comunicar para establecer los protocolos de salud para que los comedores empiecen a funcionar”.
Desde el inicio de la pandemia los comedores populares de Jayanca, que son abastecidos por la Municipalidad Provincial de Lambayeque, no han podido atender a más de 500 familias, que requieren de la ayuda de alimentos.
“Con los comedores sería una gran ayuda, pero como hemos estado con la restricción de las salidas no se ha atendido, porque podría haber mayor contagio”.
En Jayanca se cuenta con comedores populares en el caserío El Marco, centro poblado Cahuide, Puerto Rico, San Carranco y en el mismo Jayanca (4) y otros sectores.
“Enviaré un correo para que den la información a la provincial de Lambayeque, para ver cómo será la reactivación de los comedores”, señaló la subprefecta de Jayanca, Miriam Pérez Vásquez.
MESONES MURO
La situación de los comedores populares del distrito de Manuel Antonio Mesones Muro, de la provincia de Ferreñafe, no es distinta de las otras. Pues, las medidas de Aislamiento Social Obligatorio también las llevó a cerrar y mantenerse inactivas desde marzo de este año.
En este lugar se tiene un comedor popular ubicado en el cercado de Mesones Muro y cinco en los caseríos, donde se abastece de alimentos a familias en situación de pobreza y pobreza extrema pobreza, que hoy la están pasando mal debido a las restricciones para salir y la suspensión de las actividades económicas durante más de tres meses.
La subprefecta del lugar, Romy Bermúdez Sánchez, confirma que no están activos desde marzo de este año. Y es que la pandemia de coronavirus detuvo la preparación de alimentos de las madres que forman parte de estas organizaciones.
Bermúdez Sánchez, señala “las actividades se han retrasado y nadie esperaba esto. Por eso debemos tener consideración de esta paralización”, haciendo referencia a la no entrega de los alimentos para las familias pobres.
Gracias a las actividades que desarrollan en el campo, los pobladores de Mesones Muro han podido hacer frente a la difícil situación económica generada por el coronavirus.