No obstante, parece ser que, tras la flexibilización de las restricciones del Gobierno Central, nuevamente es visible la inconsciencia ciudadana. En las últimas semanas, se ha vuelto a observar grandes cúmulos de basura en las calles de Chiclayo.

Gilmer Ruiz mencionó que uno de los motivos por el cual, la contaminación se incrementará después del aislamiento social obligatorio es por el uso excesivo de material descartable, generado por el sistema de delivery.

“Que no solo contamina, sino que supone un paso atrás y un gran retroceso a la conciencia colectiva global. Aunque todavía no hay cifras exactas del aumento de la contaminación por plásticos en esta pandemia, es un elemento que salta a la vista y preocupa”, señaló el especialista.

 

 

Ruiz Fernández subrayó que la expansión urbana desordenada en Lambayeque, genera serios problemas de crisis sanitaria y ambiental, debido a la generación de externalidades negativas como: inadecuado manejo de residuos sólidos, aguas residuales con sistema de tratamiento ineficientes, movilidad obsoleta y contaminante, entre otras.

Recordó que, desde antes de la pandemia, el común denominador de la región fue y sigue siendo el inadecuado manejo de los residuos sólidos. Según el Ministerio de Ambiente (Minam), en el 2017, se generaron 213 775.70 toneladas. Las mismas que fueron a parar a botaderos a cielo abierto, ocasionando serios problemas de contaminación y deterioro de la salud pública.

“Revertir la situación de inadecuado manejo de residuos sólidos es una responsabilidad compartida pero diferenciada donde el ciudadano (generador) cumpla con segregar (separar sus residuos) y entregar al servicio municipal o a una Empresa Operadora de Residuos para su manejo adecuado”, puntualizó el gestor ambiental.

En ese sentido, precisó que es vital que la población cumpla con su obligación de separar sus residuos en sus viviendas para que las municipalidades establezcan sistema de recolección diferenciada por tipo de residuos, en horario y días definidos.

De esta forma, los residuos debidamente segregados serán trasportados a infraestructuras de valorización (plantas de compostaje, lombricompostaje, bichar, centro de acopio de materiales, plantas de reciclaje, etc.), infraestructuras de disposición final (relleno sanitario, celdas de seguridad), o sistemas de tratamiento por ejemplo (autoclave).

 

“Para garantizar la sostenibilidad financiera de los sistemas municipales para un manejo integral de residuos sólidos, recomiendo la creación de fideicomiso. Este es un mecanismo muy eficiente que garantiza recursos que teniendo la condición de intangibilidad asegura la logística necesaria para la prestación óptima del servicio de limpieza pública por las municipalidades”, culminó Gilmer Ruiz.