El lunes último (15 de junio), el Perú celebró el Día de la Canción Andina. Una fecha instituida en el año 2006.
Junio es un mes especial para el calendario andino y se eligió el 15 debido a que a partir de esa fecha los pueblos altoandinos, mediante sacrificios, ofrendas y ofrecimientos, inician en sus localidades las festividades en honor a la tierra y al Sol que se celebran hasta la llegada del Día del Campesino (24 de junio).
En los considerandos de la norma que oficializó su creación se resalta que " la canción andina es la más genuina, ancestral, tradicional, y predominantemente anónima riqueza testimonial, que los pueblos andinos han legado a las generaciones".
Como sabemos, la canción andina posee diversidad, riqueza y variedad, por el espacio geográfico e histórico en que se ha venido desarrollando, describe el pensamiento y sentimiento de una gran nación conformada por herederos de grandes culturas, civilizaciones y un vasto imperio que encuentra en esta expresión musical el mejor vehículo de interconexión con el tiempo y el espacio.
Como parte de las variedades musicales que presenta la canción andina figuran: el huaino, la wifala, la kashua, el chuta chutay, entre otras.
El huaino es la variedad más conocida. Las hay tristes, alegres, las que son acompañadas con arpa, con guitarra, o con quena; no importa la forma sino el hecho de que mediante esta manifestación cultural que ha tenido que pasar por muchos embates (discriminación) nuestros pueblos del norte centro y sur se unan al compás de una misma melodía.