Los petroglifos son imágenes grabadas por el hombre sobre piedra. Tienen miles de años de antigüedad y fue la manera que utilizaron los primeros hombres, como en el caso de Pátapo (antiguo Cinto), para registrar hechos o circunstancias de su vida cotidiana, para rendir culto a sus dioses o simplemente para representar su incomprensión del mundo que los rodeaba.
José Saavedra Díaz, junto al equipo de la Asociación Pro Pátapo, inició la puesta en valor del patrimonio.
“Estas milenarias huellas de las primeras ocupaciones humanas en la zona, se localizan al Este de Pátapo, entre los poblados ‘Las Canteras’, ‘El Progreso’ y ‘Desaguadero’; precisamente en la ruta de tránsito desde las zonas altas al llano costeño”, señala el profesor.
Asimismo, comenta que en la parte alta del cerro ‘Pachón’, se distinguen numerosos petroglifos que representan una gran variedad de motivos, entre los cuales se puede destacar: espirales (circulares y cuadrados), círculos concéntricos, hileras de puntos, líneas rectas, un rostro humano, lo que parece ser un ave y otras representaciones difíciles de distinguir por los efectos del tiempo y la erosión.
Siguiendo el camino a Chongoyape, en la quebrada de “Desaguadero” hay un enorme altar de piedra de casi 6 m. de largo x 4.90 m. de ancho, cuya superficie se encuentra decorada completamente con símbolos mitológicos que se asemejan mucho a motivos Chavín y Cupisnique. Cerca al “Cerro La Paloma”, en la Pampa de Burros, en el cerro “Pan de Azúcar” y en el sector “La Puntilla” también hay innumerables testimonios de este arte milenario, que hoy más que nunca necesita ser revalorado y protegido.
“La técnica utilizada fue la incisión o desgaste (abrasión), aunque hay marcas lineales que parecen haber sido hechas a rayado simple. En ambos casos se utilizaron herramientas sencillas como palos, piedras filosas o huesos. Es imposible precisar cuándo se hicieron con exactitud”, expresó.
Señala que utilizando métodos de datación estilística, los cuales suponen “que un conjunto de figuras pertenecen a un período y grupo humano específico y que por tanto las diferencias entre estilos de figuras indican períodos de elaboración distintos, postulo la hipótesis de que estos pertenecerían al arcaico, porque las características iconográficas y estilísticas son muy primitivas”, expresó.
Durante el formativo, ya el hombre utiliza manifestaciones artísticas más elaboradas y su religiosidad la expresa a través de la construcción de grandes templos y monumentos.
Al igual que con la datación, es muy difícil determinar quién o qué sociedad hizo los grabados en piedra, cuántas personas intervinieron en la elaboración, cuánto tiempo demoraron y si ello se hizo como un acto público o privado. En general, los investigadores tienden a pensar que su elaboración fue un asunto público, probablemente en eventos de carácter ritual, y presididos por sacerdotes o chamanes, quienes serían los mismos “artistas”. También se supone que los sitios eran posteriormente visitados y convertidos en lugares de enseñanza y transmisión de determinados conocimientos tales como la caza y el diálogo con los animales; reconociéndoseles alta significación religiosa la cual se mantuvo por siglos (las construcciones alrededor y los restos de cerámica tardía así lo demuestran).