El decano el Colegio de Tecnólogos Médicos de Lambayeque, Freddy Pisfil Salazar, sostuvo que existe una brecha de 200 profesiones en los diversos establecimientos de salud de la región para hacer frente a esta crisis sanitaria.

Agregó que la Gerencia Regional de Salud (Geresa), realiza convocatorias e incluso recién se logró cubrir siete plazas, pero no son suficientes, porque a nivel de Lambayeque, son aproximadamente 80 establecimientos de salud que están brindando atención.

Pisfil Salazar, subrayó que los tecnólogos médicos en Laboratorio Clínico y Anatomía Patológica son los responsables de la toma de muestras y el procesamiento de los análisis de laboratorio para un diagnóstico diferenciado, de las pruebas moleculares o serológicas.

Asimismo, los profesionales que laboran en el área de Radiología, se encargan de evaluar la magnitud de la afectación pulmonar de los pacientes sospechosos y positivos con Covid-19 a través de tomografías.

En esa misma línea, el decano manifestó que en las zonas altoandinas de Lambayeque (Cañaris e Incahuasi) y demás zonas rurales, también se necesitan tecnólogos médicos.

14 INFECTADOS

Por otro lado, Freddy Pisfil mencionó que a la fecha 14 tecnólogos médicos son portadores del nuevo coronavirus en Lambayeque, cinco del Minsa y nueve de EsSalud. Todos ellos, están estables y en cuarentena.

No obstante, llama la atención que los hospitales No Covid-19, como El Belén y Las Mercedes también registran casos.

El decano precisó que los equipos de protección personal que reciben los profesionales, no son los más adecuados y en algunos casos, no cumplen con las normas establecidas por las instituciones internacionales de la salud. Además, son limitados.

“Ellos, necesitan los implementos necesarios en cada día de trabajo, pero no se está cumpliendo. Por ello, estamos viendo que los tecnólogos médicos terminan contagiándose en Laboratorio Clínico como Radiología”, informó.

Pisfil Salazar pidió a las autoridades que los profesionales que están en la primera línea de combate, sean sometidos a pruebas de descarte de manera periódica, para que no expongan su salud, ni la salud de sus familiares.