Los recanos no permitirán que en sus tierras descansen las víctimas del Covid-19, pues según aducen, ya bastante tienen con el botadero, que representa una alta contaminación ambiental.
El alcalde distrital, Julio Huerta Ciurlizza, calificó como abusivo y arbitrario lo que está sucediendo. “Además de habernos convertido por las propias autoridades regionales, provinciales y distritales, en botadero por su falta de capacidad para desarrollar un plan de manejo de residuos sólidos, nuevamente como la opción más fácil optan por la construcción de dicho cementerio Covid, sin siquiera garantizar el cumplimento de los protocolos de seguridad y cuidado al medio ambiente”, enfatizó.
Explicó que falta coordinación por parte del Gobierno Regional y el Comando Regional Covid-19, con las autoridades del distrito, porque nunca avisaron sobre sus pretensiones.
El último miércoles, informados sobre esta situación, la autoridad edil con el sub prefecto Jorge Incio, se constituyeron al sector denominado Pampas de Reque, a la altura del grifo San Andrés, advirtiendo que se habían realizado trabajos de excavación con maquinaria pesada en el área de propiedad de la Fuerza Aérea del Perú.
Dijo que el terreno donde se pretende efectuar la construcción de dicho cementerio, forma parte estructural del plan de expansión del proyecto del Terminal Portuario Regional, por lo tanto, no es compatible con la construcción de un cementerio.
Además, temen que se pueda generar un foco infeccioso para la población; a ello se agrega que en el mismo trazo de su ubicación se tiene proyectada la carretera de la autopista El Sol.
El alcalde puntualizó que cualquier acto que ponga en riesgo la integridad y salud de los moradores del distrito, será informado al Ministerio Público y autoridades competentes.