En ceremonia especial se clausuraron los Talleres gratuitos de verano 2020, organizados por el Museo Tumbas Reales de Sipán por octavo año consecutivo. Más de 300 niños, niñas y adolescentes disfrutaron de los 12 talleres que se dictaron, entre ellos oratoria, danzas costumbristas, creatividad literaria, inglés, bio huertos, grupo Scout y natureando.
Asimismo, mate burilado a cargo de Hilario Valverde; artesanía en algodón nativo, a cargo del Rosa Bances Valdera; y Artesanía en paja palma, a cargo de Pedro Frías Geraldo; reciclaje a cargo de Carmen y Margare Escurra; y los trabajos de Dibujo y pintura, dirigidos por Marisa Llontop Inga.
Los niños, jóvenes y adultos presentaron los resultados de su aprendizaje en estos dos meses de verano. La exposición estará abierta a los turistas nacionales y extranjeros hasta el 7 de marzo.
Por su parte, el director del museo, Dr. Walter Alva, señaló que el recinto busca convertirse en “un aula abierta a la comunidad”, impulsando estas actividades educativas, a través de talleres gratuitos. Agradeció a la población la buena acogida que cada año dan a las clases.
A lo largo de ocho años consecutivos de actividades educativas, más de 2,400 niños, niñas, adolescentes y jóvenes se han beneficiado con los talleres gratuitos de verano, que buscan desarrollar las destrezas y capacidades creativas de sus participantes.
En la clausura los niños de oratoria, curso dictado por Javier Villegas Fernández, presentaron sus discursos y técnica aprendida, demostrando una gran capacidad de expresión.
Los talleres de danzas costumbristas presentaron bailes de festejo y tondero, así como marinera, que recibió el aplauso del público, sobre todo su coreografía grupal y en parejas.
Otro de los talleres intensivos dictado fue “Descubriendo la naturaleza de mi ciudad”, a cargo de Fabiola Riva y el grupo Scout del Museo Tumbas Reales de Sipán, a cargo de Pablo Vallejos.
Es una manera novedosa en que el colectivo de niños y jóvenes combinan el juego y la educación a través de actividades al aire libre y en contacto con la naturaleza, contribuyendo de esta manera a su desarrollo físico, intelectual, social y espiritual. Esta es una novedosa forma de aprendizaje.
Para los años siguientes esperan seguir innovando con nuevos cursos, ya que tanto los niños como sus padres lo piden y la afluencia crece año tras año, según indicaron los organizadores.