Los abastecedores de carne de la ciudad de Chiclayo se encuentran mortificados por el cierre del camal de propiedad de la comuna provincial, pues actualmente tienen que utilizar las instalaciones del matadero edil de José Leonardo Ortiz, el cual, indicaron, no presta las condiciones para la disposición de los animales, específicamente, en el tema relacionado al agua utilizada para el lavado de las carnes.
“Ahorita, tenemos dos semanas que no estamos matando en el camal municipal de Chiclayo, por lo cual nosotros venimos al municipio a pedir que se otorgue el personal necesario para que se pueda reabrir, como lo indica Senasa; porque estamos usando el matadero de José Leonardo Ortiz y no son buenas sus condiciones (…). El camal de Chiclayo está en malas condiciones, pero al menos su agua es limpia, cosa que no pasa en JLO”, declaró.
“Este no es el primer día que venimos a pedir que tomen acciones, pero siempre que pedimos se brinde el personal, nos dicen que se van a reunir, que ya lo están viendo y nada. Necesitamos del servicio. No podemos dejar desabastecido a Chiclayo de carne, pero tampoco podemos vender carne que no está en condiciones”, agregó.
Según precisó Vílchez Roncal, solo los abastecedores dedicados a la matanza de ganado bovino y porcino son alrededor de 20 los que a diario se ven perjudicados. Aseguró que no están utilizando mataderos informales con la esperanza de que la municipalidad pueda subsanar las observaciones de Senasa y reiniciar sus labores. “Estamos a la espera desde hace dos semanas”, apuntó.
CONCESIÓN
Para concluir, los negociantes de carne se mostraron interesados en poder administrar el camal municipal si es que la municipalidad está evaluando entregarlo en concesión. Manifestó que sería necesario establecer una conversación para fijar los aspectos que conllevaría este posible convenio con la comuna.