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Publicado el Martes, 11 de Febrero del 2020

Moradores exhortan atender inseguridad

Cuando la acequia está seca el problema se incrementa.

 

El pueblo joven Baca Burga está a aproximadamente diez minutos del centro de Chiclayo. No obstante, a pesar de ello, algunas de sus calles aún no están pavimentadas e iluminadas. Los dirigentes demandaron la falta de seguridad y la presencia de ciudadanos peruanos y extranjeros que estarían vendiendo droga entre las calles Piura y Pulen.

“Somos un pueblo joven bastante vulnerable en el sentido que hay gente que vende droga. La esquina, además de ser oscura, se presta para este problema social. Lamentablemente es un mal ejemplo para los niños”, indicó Sandra Dávila Kont.

Sostuvo que las personas de aparentemente nacionalidad venezolana y peruana pasan toda la noche en el sector y nadie les puede decir nada por temor a represalias. En ese sentido, cuestionó que Serenazgo solo pase entre dos o tres veces al mes y cuando los llaman, les dicen que van a ir, pero nunca llegan.

Sandra Dávila mencionó que este problema se incrementa cuando la acequia Pulen está seca, porque se meten allí a consumir y vender droga.

Por ello, pidió a las autoridades provinciales mayor respaldo policial y operativo inopinado para identificar a quienes estarían cometiendo estas acciones, que exponen al peligro a los niños, pero también a las mujeres, adultos mayores y población en general que transita por esta zona.

En otro momento, Dávila Kont precisó que le han expuesto al alcalde de Chiclayo, Marcos Gasco Arrobas su problemática, quien les ha sugerido la conformación de juntas vecinales y ha encargado al subgerente de Seguridad Ciudadana la responsabilidad de trabajar de manera conjunta para erradicar este obstáculo.

“Sería bueno que vengan más unidades a patrullar, nosotros como población estamos dispuestos a apoyar, porque lo único que buscamos es la tranquilidad de todos los moradores”, culminó la dirigente.

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