Gran cantidad de veredas en el Cercado de Chiclayo se encuentran en mal estado y hasta la fecha la municipalidad poco o nada ha hecho para tratar de revertir esta situación, la cual pone en riesgo a los transeúntes, quienes pueden sufrir una caída o alguna lesión debido al mal estado de las aceras.
Además manifestó que las autoridades ediles tienen poca consideración por el peatón y que construyen una ciudad que favorece a los vehículos, cuando la situación debe ser al revés, porque son los peatones quienes necesitan seguridad y comodidad para poder caminar.
Uriarte Gonzales aseveró que las veredas no se construyeron con normas técnicas, pues en algunas calles como Colón, el ancho de las mismas no supera los 60 centímetros y en alguna zona ni siquiera existe acera, por lo que los peatones deben arriesgar su vida caminando por la pista.
Por su parte, el ex decano del Colegio de Ingenieros de Lambayeque, Carlos Burgos Montenegro afirmó que las autoridades no toman en cuenta los consejos técnicos que brindan los colegios profesionales y gracias a ello se pueden observar hoy las terribles consecuencias.
Sobre el tema aseguró que se tiene que realizar el cambio de redes de alcantarillado para que recién puedan renovar las veredas porque de lo contrario el trabajo que hagan puede ser en vano y espera que los funcionarios y autoridades de la comuna no comiencen a realizar construcciones que poco o nada durarán.
Ambos profesionales coincidieron que es muy probable que tanto los diferentes alcaldes como los regidores y funcionarios no toman en cuenta sus análisis porque tienen ambiciones políticas, aunque este motivo no debe ser primordial para poder brindarle al chiclayano de a pie un mejor lugar por donde transitar.
La Industria recorrió varias de las calles de la ciudad para conocer de manera presencial las dificultades que tienen las personas para trasladarse por las veredas de las zonas más céntricas de Chiclayo.
Mientras que en la calle San José se muestran huecos que dejaron cuando pusieron las cajas de agua, al filo de las veredas se pueden observar que están destruidas o que existen bloques partidos, los cuales podrían ocasionar algún accidente.
Otra historia es la explanada ubicada en los exteriores de Serpost, la misma es transitada por miles a diario y en las noches es poco iluminada. Muestra huecos profundos que representan un peligro para escolares y ancianos que se movilizan por el lugar.
También en las calles angostas de la ciudad, las aceras están levantadas y rajadas, como si un movimiento sísmico las hubiera afectado.