En 2002, la ciudad de Newport, en el sureste de Gales, decidió construir un teatro en uno de sus puertos del río Usk. Al poco de comenzar con las obras de lo que iba a ser el foso de la orquesta, hundido en el barro, descubrieron un naufragio de la era de los descubrimientos en el siglo XV.
Y esas características también han resultado ser excepcionales, ya que, construido sesenta años antes que el célebre Mary Rose (la única nave de guerra del siglo XVI rescatada del mar), este barco mercante contaba con más de treinta metros de longitud y tenía un desplazamiento de 400 toneladas, lo que le sitúa como uno de los más grandes de su época.
Siguiendo la línea insólita de toda esta historia, su restauración también ha resultado ser un caso único en su especie, ya que se está llevando a cabo gracias a la comunidad local, muy comprometida con la preservación de su patrimonio y muy orgullosa del hallazgo de la embarcación.
Apoyo y orgullo
La noticia del descubrimiento del barco se hizo pública el 11 de julio de 2002. De acuerdo con Ancient Origins, la nave se iba a dejar como estaba e iba a ser cubierta por nuevo teatro. Sin embargo, las autoridades no calibraron bien la intensidad de la reacción de sus habitantes.
A principios de ese agosto, se lanzó la campaña “Save Our Ship (SOS)” con el fin de recaudar fondos para su excavación completa y poder exponerlo en la ciudad. La iniciativa contó con el apoyo del actor Anthony Hopkins, recolectó miles de firmas, organizó mítines públicos, una marcha, una vigilia en carretera de 24 horas y hasta una “mini-Armada” de pequeñas embarcaciones que “custodiaban” el hallazgo.
Los esfuerzos dieron resultados y, el 23 de agosto, la Asamblea Nacional de Gales en Cardiff anunció un plan de 3.5 millones de libras (más de 4 millones de euros) para excavar completamente el barco y unos días más tarde, el 26, los activistas de SOS formaron Amigos del Barco de Newport, un asociación que continúa creando conciencia sobre la importancia del barco y recauda fondos para su proyecto de conservación.
“Es importante recordar que el navío se salvó gracias a las acciones emprendidas por la comunidad local de Newport y que no hay nada así en ningún otro lugar del mundo”, remarca Bob Evans, al frente de la asociación Amigos del Barco de Newport, al diario Wales On Line.
La historia
A partir de ahí, los especialistas comenzaron a recuperar el buque pieza por pieza y a reconstruir su historia capítulo a capítulo. De este modo averiguaron que, debido a las procedencia de las maderas, la nave fue construida en el País Vasco alrededor del año 1449 (encontraron también una pequeña moneda de plata francesa que confirmaba que no fue fabricada antes de 1447).
También se sabe que se dedicaba al comercio del vino con la Península Ibérica. “Podía transportar hasta 200 toneladas de un viaje, es decir, alrededor de 200.000 botellas, por lo que estamos ante un auténtico superpetrolero vinícola del siglo XV”, añade Evans.
Navegó en las aguas del Atlántico hasta 1469. Debió tener alguna clase de desperfectos, lo que le hizo atracar en Newport (se especula que pudo ser víctima de uno de los barcos pirata del conde de Warwick de acuerdo con Ancient Origins), se hundió y allí se quedó hasta su descubrimiento en 2002.
Su reconstrucción
Con la misma minuciosidad están llevando a cabo los arqueólogos el proyecto de restauración, que se lleva a cabo en un almacén apodado Centro del Barco Medieval. A lo largo de 15 años, han utilizado un software especial para identificar cada tabla en la embarcación. Alrededor de 2.000 tablones han sido liofilizados con el fin de preservarlos y retirarlos del barro.