La sub gerencia de sanidad y vigilancia sanitaria de la comuna chiclayana exhortó a la población respecto a las comidas y bebidas que se ofertan en las calles, bajo ninguna medida de salubridad.
No solo se toma en cuenta el lugar donde se vende el alimento (calles), sino la preparación e higiene que se deben tener para evitar enfermedades estomacales. En el caso de raspadilla, el hielo que utilizan se almacena en críticas condiciones como en pisos y envueltos en pajilla.
Es por ello, que se coordina con las diversas sub gerencias de la comuna, como Fiscalización y Seguridad Ciudadana para realizar operativos. En las calles chiclayanas, muchos de los comerciantes de nacionalidad venezolana que también venden comidas.
Pero el problema también es con las comidas que se preparan en los locales. La municipalidad tiene registrado entre 7 mil a 8 mil locales comerciantes, de los cuales 2 mil se dedican a la venta de comidas y bebidas. En los últimos días, se intervino y clausuró a negocios que funcionan en el centro comercial Real Plaza.
El funcionario explicó que los restaurantes deben cumplir con sus manuales de buenas prácticas e higiene, el cual es como su carta de presentación ante la municipalidad, que constantemente realiza el control de vigilancia sanitaria.
“Se está brindando capacitaciones al personal de los restaurantes para que obtengan su certificado de buenas prácticas. El año pasado fueron 30 locales que cumplieron con la normativa y aseguraron un buen servicio sanitario, respecto a los alimentos”, puntualizó.