La tuberculosis en el Perú es un problema de salud pública, que desde hace muchos años el Estado busca controlar. En algunos sectores lo ha logrado, pero en otros no, tal es el caso de las cárceles, indicó el decano del Colegio Médico de Lambayeque, Víctor Soto Cáceres.
Esto, tras conocerse que en el penal de Chiclayo, en lo que va del 2019, unos 384 internos e internas de los pabellones A, B, C, D de Reos Comunes, Mujeres y Máxima Seguridad han sido los afectados. No obstante, hasta el momento, no todos han recibido atención médica.
Soto Cáceres, señaló que la tuberculosis es una infección bacteriana causada por un germen llamado Mycobacterium tuberculosis, que afecta a distintos órganos del cuerpo como el riñón, el hígado, el cerebro y también a los músculos, pero principalmente los pulmones. Se contagia por medio de los estornudos.
A nivel nacional, se han detectado casos de tuberculosis multidrogo resistente y casos de tuberculosis extremadamente resistente. Ambas aparecen cuando la infección bacteriana no ha sido tratada entre los seis a ocho primeros meses. Cuando esto sucede, los medicamentos pierden su efecto.
“El problema de los penales, es que tienen todos los factores de la salud pública. Por ejemplo, (en el penal de Chiclayo) existe hacinamiento. Los presos no tienen espacios y al toser, fácilmente se contagian unos con otros”, sostuvo el galeno.
El penal de Chiclayo se inauguró en abril de 1987. Su infraestructura fue diseñada para 1200 internos e internas, pero actualmente tiene 4 636; es decir; la población casi se ha cuadruplicado.
En ese sentido, el decano del Colegio Médico, manifestó que el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), debe buscar la forma de ubicar a los pacientes con tuberculosis en un pabellón aparte, para que eviten contagiarse unos con otros y el número de afectados incremente.
Explicó que los reclusos requieren de una atención personalizada, porque deben tomar entre 10 a 12 pastillas diariamente. No obstante, para ello necesitan de un profesional de la salud que les oriente. Lo cual, tampoco estaría sucediendo en el penal de la región.
FAMILIARES
El presidente de la Federación Médica de Lambayeque, Paúl Larrea Alvarado, en una entrevista a La Industria, subrayó que los familiares de los reos también están expuestos al peligro, debido a que se pueden contagiar al momento de llevar a cabo sus visitas.
“(Lo ocurrido) es una bomba de tiempo respecto al número de casos y (según información que nos han proporcionado) ya existe la tuberculosis multidrogo resistente. Por tanto, creemos que debe ser un tema prioritario”, añadió.
Larrea Alvarado, precisó que al ser un problema de salud pública, tienen que intervenir todas las autoridades involucradas, como el alcalde del distrito de Picsi, la gerente regional de Salud, el Ministerio de Justicia y la Defensoría del Pueblo.
A su turno, Víctor Soto Cáceres, señaló que la población que acuda a visitar a sus familiares, obligatoriamente tiene que adoptar diversas medidas de seguridad, entre ellas, utilizar mascarilla quirúrgica y si está dentro de sus posibilidades económicas, la mascarilla N95. Lo mismo debe hacer el personal de salud.
AUTORIDADES
La prefecta regional Ana Ubillús Ticlla, en una entrevista a los medios de comunicación, informó que la solución a corto plazo es que los tratamientos que reciban los pacientes con tuberculosis sean sostenibles. Para ello, se requiere del inmediato apoyo del personal técnico de la Gerencia Regional de Salud.
Asimismo, refirió que a largo plazo el objetivo es que se brinde una salida a la sobrepoblación, pero antes de ello se necesita de la aprobación de la población de Picsi; que según su alcalde distrital, no estarían de acuerdo por los efectos negativos que podría generar la ampliación del penal.