Dibujada sobre las paredes de una remota cueva en Indonesia, oculta en medio de bosques tropicales, una serie de pinturas rupestres está permitiendo a los científicos redefinir la prehistoria del Arte. El último hallazgo es un conjunto de escenas que representan imágenes de una cacería con figuras humanas y animales, pintado hace al menos 43.900 años en una gruta de la isla de Célebes. El descubrimiento se describe en un artículo publicado este miércoles en Nature y significa la primera representación de una escena de caza que se conoce, así como el ejemplo de arte figurativo y la pintura más antigua creada por el Homo Sapiens.
En una de las salas de la cueva Leang Bulu’ Sipong los arqueólogos de la universidad australiana de Griffith han localizado una elaborada escena con al menos ocho pequeñas figuras con forma humana, equipadas con lanzas o cuerdas, que aparecen junto a dos jabalíes y cuatro búfalos. Todas fueron pintadas al mismo tiempo, en el mismo estilo artístico, con la misma técnica y el mismo pigmento ocre. De acuerdo con los investigadores, la yuxtaposición de animales y figuras humanas recreadas demuestra una intención narrativa compleja por parte de su autor.
Las figuras humanas son particularmente llamativas, con formas simplificadas y altamente estilizadas y, en algunos casos, características animales como hocicos. Los arqueólogos sugieren que se trata de personajes teriántropos (con la capacidad de cambiar de forma humana a animal), lo que indica que el arte creado por los primeros pobladores de la isla demuestra una concepción y una representación complejos sobre la conexión entre ser humano y naturaleza. “La utilización de seres teriántropos sugiere un pensamiento religioso de algún tipo”, afirma Maxime Aubert, profesor de la universidad australiana y uno de los autores principales del artículo de Nature, “pero la intención exacta que tenían los artistas que crearon estas imágenes, qué es exactamente lo que intentaban retratar, creo nunca podremos saberlo”.