Local
Publicado el Jueves, 12 de Diciembre del 2019

Nadie detiene la destrucción de Apurlec

Esta huaca fue destruida en sus tres cuartas partes.
La destrucción al complejo arqueológico Apurlec, en el distrito de Motupe, no se detiene. Y es que el ensañamiento contra el patrimonio cultural, ahora se ha dirigido al kilómetro 52 de la vía Fernando Belaunde donde se destruyó las tres cuartas partes de un monumento.
 
El director del Museo Brüning de Lambayeque, Carlos Wester La Torre, no deja de expresar su preocupación por lo que viene ocurriendo en este importante complejo arqueológico, que hace poco más de un mes, fue centro de un brutal atentado en una huaca del sector Anchovira, que desapareció gran parte de esta estructura.
 
“Tenemos una situación delicada, porque cada vez es peor. Estamos asistiendo de un daño a otro. Permanentemente están metiendo máquina y no hay forma de frenarlo. Tiene que haber una decisión de Ministerio de Cultura y del Ministerio Público”.
 
Y es que los arqueólogos del Museo Brüning constataron la destrucción de uno de los componentes monumentales de Apurlec. A través de un informe, dirigido precisamente al director del museo, el arqueólogo James Max Manuel Curo Chambergo da cuenta de los resultados de la inspección realizada a la huaca destruida.
 
“Se trataba de una plataforma piramidal de aproximadamente 60 x 60 x 5m que había sido destruida en las tres cuartas partes de su volumen superior, las huellas de la maquinaria pesada hacían suponer que se utilizó un cargador frontal, en el perfil del corte se observó una secuencia de muros de adobe enlucido asociados a pisos en clara sucesión de remodelaciones del edificio”, señala Manuel Curo Chambergo.
 
En el desmonte, producto de la destrucción del monumento se registraron diferentes tipos de evidencias arqueológicas: numerosos fragmentos de cerámica, entre ellos algunos diagnósticos decorados con la técnica del “paleteado”, cuellos carenados y de cerámica negra de calidad intermedia, también se registraron restos óseos y malacológicos, asimismo, bloques de muros de adobe con enlucido.
 
El arqueólogo señala que dos moradores de la zona fueron testigos de lo ocurrido que se dio por el lapso de aproximadamente dos horas. Incluso uno de ellos logró grabar con su celular, haciendo que el operador de la maquinaria pesada al darse cuenta que estaba siendo grabado opte por paralizar el “trabajo” y retirarse con la maquinaria. “También se encontraba el Sr. José Vílchez Vera, a quien identificó como el responsable del daño, al haber adquirido el predio al posesionario Sr. José Isabel Bances Morales, morador de la zona”.
 

Suscríbete a La Industria

Disfruta de nuestro contenido a diario