El 1 y 2 de noviembre es una fecha conmemorativa para los morropanos, porque quienes se encuentran lejos vuelven a la tierra que los vio nacer para reencontrarse con sus familiares y amigos. Una vez juntos, se dirigen al cementerio Sagrado Corazón de Jesús del distrito para rendir culto a sus seres queridos que partieron a la eternidad.

Es un acto que se realiza de generación en generación, pero hace aproximadamente diez años se convirtió en una festividad denominada “Feria tradicional de todos los Santos”, con el objetivo de hacer partícipe a los turistas locales, nacionales y extranjeros de esta grata experiencia.

Filomena Santisteban Patasca, integrante del comité organizador, informó que este evento pretende promover las actividades ancestrales de este pueblo más conocido como el Último Bastión Mochica. Por ello, cada año la Municipalidad Distrital de Mórrope desarrolla un programa especial para los días feriados.

En esta oportunidad, con ayuda de un elenco de teatro y los trabajadores de la comuna, están preparando la escenificación de cómo la población llora a un familiar muerto. Los visitantes, serán partícipes de cómo transmiten su dolor a través del llanto y las palabras; las cuales reflejan cómo era esa persona en vida.

Una exposición fotográfica en el frontis del camposanto, mostrará las diferentes costumbres y tradiciones de los morropanos. Por ejemplo, los bautismos, matrimonios, reencuentros familiares, cumpleaños, danzas, artesanía, alfarería y demás. El público asistente disfrutará de una variada programación; que inicia desde el lunes 28 de octubre, con la elección de la Señora Adulto Mayor.

Santisteban Patasca mencionó que en cada actividad, buscan involucrar a los niños y adolescentes de diferentes instituciones educativas, a fin de que puedan trasmitir de generación en generación lo enseñado por sus abuelitos, bisabuelos y tatarabuelos. “Queremos rescatar, valorar y vivir al máximo nuestra historia que aún se conserva”, añadió.

Mórrope, sin duda es un pueblo orgulloso de su riqueza cultural y ancestral. Este año se viste de gala para ofrecer lo mejor a sus asistentes. Los hombres y mujeres, infantes y adultos se están esforzando al máximo para lograrlo. Por ello, no podían faltar los deliciosos platos típicos, como el caldo y guiso de pava o pavo; que todos los sectores de comida preparan el primero de noviembre.

Asimismo, el cabrito preparado con el loche que produce las tierras del distrito, el ceviche de conchitas, la batea guisada y un platillo novedoso de este año, es la tortilla de conchitas.