Un grupo de vecinas del pueblo joven José Olaya de Chiclayo insistieron en la salida del Hospital de la Solidaridad, que ocupa un espacio público, por el alto grado de contaminación de sus residuos biocontaminantes.

La recuperación de este espacio público, por parte de los moradores de la zona, ha sido solicitada una vez más. Pero el interés de los vecinos es por el riesgo de contaminación al que se encuentran expuestos, pues aseguraron que a diario se arrojan jeringas, mandiles desechables, y otros residuos hospitalarios.

“Tenemos conocimiento de que este hospital genera entre 30 mil y 40 mil soles diarios, suficiente dinero han recaudado para que puedan reubicarse o adquirir una infraestructura adecuada. Ellos no cuentan con licencia de funcionamiento, certificado de defensa civil; cómo es posible que las autoridades no puedan reunirse y hacerle una fiscalización a este mal llamado hospital, porque tampoco cuenta con una categorización”, dijo Milagros Velásquez.

Las vecinas también cuestionaron la falta de decisión por parte de las autoridades para recuperar este bien, manifestaron que esto no solo pasa por las autoridades de la municipalidad de Chiclayo, sino también del Poder Judicial.

En 2018, la Contraloría emitió un informe de acción simultánea que advirtió deficiencias en el manejo de los residuos biocontaminantes.

Ese año, el órgano de control detectó un inadecuado almacenamiento de las medicinas, limitaciones en la infraestructura y un inadecuado manejo de los residuos sólidos.

Pese al tiempo transcurrido, los ambientes y la infraestructura del Hospital de la Solidaridad no muestran modificaciones significativas.

Riesgo

Los vecinos indicaron que el peligro de contaminación es alto, porque a pocos metros se encuentra la posta médica de José Olaya y la institución educativa “Abraham Valdelomar”, donde estudian cientos de alumnos.

Por este motivo, solicitaron a las autoridades hacer efectivo de manera inmediata la salida del Hospital de la Solidaridad.

Es importante mencionar que un sector de la población se opone a la salida del hospital porque lo consideran una gran alternativa para las personas de escasos recursos que no tienen acceso a una atención de salud digna.