Desde el 13 de febrero que se entregó al Papa Francisco la Historia de la Devoción del Niño del Milagro de Ciudad Eten y los 20 mil testimonios de fe, la población continúa trabajando para lograr ser declarada por el Vaticano como Ciudad Eucarística.

El trabajo no solo es de la parroquia sino de todos, explicó el padre Lute Vásquez Gonzales. “Falta mucho más, se tiene que trabajar con las autoridades locales, regionales y hasta nacionales, porque al ser declarada como Ciudad Eucarística los beneficios no solo serán para Ciudad Eten, sino para todo el país”, comentó.

Citando como ejemplo que las autoridades pueden convocar a conferencias para hablar sobre el Divino Niño del Milagro, la aparición de Jesucristo y los milagros. Mientras más difusión se haga, el beneficio será mayor, puesto que se logrará más visitas y acogida.

“El trabajo no es de uno, sino de todos. Si uno empieza a entenderlo, va sumando en esta lucha que tiene 370 años”, comentó.

Respecto al turismo señaló que trabajar en la apertura a nivel de los encargados de este sector es una forma de difundir la historia del Divino Niño.

A ello se sumaría si las autoridades se preocupan en capacitar a los transportistas, restaurantes, hoteles, guías turísticos, artesanos para que tengan un buen trato con las visitas y a la vez brinden información sobre la existencia de Jesucristo en Ciudad Eten.

Mientras tanto, la recopilación de los testimonios de fe, continúa, no solo son peruanos; quienes plasman su historia sino extranjeros a quienes el Divino Niño les cumplió un milagro.

Hace 370 años, se presenció la divina aparición de Jesús hecho Niño en la hostia consagrada.

La aparición del Niño del Milagro, se registró en dos momentos. El primero, fue el 2 de junio de 1649 a las 5:00 p.m. cuando los feligreses se encontraban orando, junto al padre Gerónimo. En aquel entonces, el Divino Niño, apareció en la hostia consagrada.

La segunda aparición, se registró el 22 de julio 1649, mientras se celebraba la fiesta a Santa María Magdalena, patrona del distrito. Para esa celebración, llegaron a Ciudad Eten, tres sacerdotes franciscanos de Chiclayo, quienes al terminar la santa misa de festividad, pidieron se exponga la hostia consagrada.

El padre Lute Vásquez, explicó que ellos, querían ver si había quedado alguna señal en la hostia consagrada. En ese momento, apareció nuevamente el Niño del Milagro. Luego desapareció y se presentaron tres corazones entrelazados, que representan la santísima trinidad.

“Ser una Ciudad Eucarística significa que la feligresía entienda lo que es el amor de Jesucristo, que es el pan vivo bajado del cielo que viene para ser nuestro alimento, entender que Jesús Eucaristía debe ser el centro de mi vida”, aseveró.

El párroco explicó que actualmente el ser humano se está alejando de Dios, le da la espalda y se endiosa al tener un título profesional o maestría.

“No hemos venido al azar, hemos venido por un creador y ese se hizo hombre y ese Dios se quedó en un pan para que nos alimentemos y de esta manera el mundo cambie, porque el mundo está perdido, desorientado sin rumbo y hay que buscar el camino”, acotó.

Aclaró que en el mundo, hay muchas ciudades donde se han presentado milagros eucarísticos, pero no se habla que sean una ciudad eucarística, porque llegan peregrinos, pero la gente de la zona tiene poco amor hacia Jesús. Lo que se busca en Ciudad Eten, no solo es que se le reconozca por los milagros sino por la fe que existe en la población.

Hoy a partir de las 10:00 a.m. parte el Divino Niño del Milagro hacia Colán-Piura, donde los feligreses buscarán dar a conocer la historia. El día 25 de octubre visitará el distrito de La Victoria, al día siguiente arribará a Campodónico, también visitará el servicio de pediatría del Hospital Almanzor Aguinaga Asenjo, donde fue declarado como Patrón.