La Gerencia Regional de Salud tiene programado 11 mil 309 niñas para la vacunación con el Virus del Papiloma Humano (VPH), de las cuales 9 mil 335 fueron vacunadas con la primera dosis y están aptas para la segunda; sin embargo, siempre hay el rechazo de los padres para firmar el consentimiento.
Entre los principales motivos que indica la madre o padre es sobre las reacciones a corto y largo plazo, como la fiebre, dolor de cabeza, así como dolor y enrojecimiento en el brazo donde se administró la inyección.
Para autorizar dicha vacunación, los padres de familia deben firmar el consentimiento informado, formato que es repartido en los colegios y que debe ser devuelto al plantel con la rúbrica del padre, madre o tutor. “Si la niña no pudo ser vacunada en el colegio, también puede ser vacunada en un centro de salud, llevando el consentimiento informado”, explicó.
La aplicación de la vacunación se realiza cada seis meses a las niñas que cursan el quinto grado de nivel primario.
“Los padres de familia pueden solicitar información en un establecimiento de salud o acudir, los invito a que recapaciten porque esta vacuna logrará prevenir el cáncer de cuello uterino que puede aparecer más adelante”, acotó.
El VPH es muy común y contagioso; que se transmite por vía sexual y es el principal causante del cáncer de cuello uterino en mujeres de todas las edades. Es por esto, que la vacunación debe ser antes del inicio de la vida sexual y se programa en niñas que cursan el quinto grado de primaria o están entre las edades de 9 y 13 años.
Esta vacuna puede prevenir la mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino si se aplica antes de que la niña o la mujer se expongan al virus. Además, esta vacuna puede prevenir el cáncer vaginal y vulvar en las mujeres, y puede prevenir las verrugas genitales y el cáncer anal en mujeres y hombres.
La vacunación es para niñas de los colegios públicos y privados, por lo que la Geresa espera que los directores abran las puertas para que las enfermeras cumplan con su trabajo.