El exministro de Educación, Dante Córdova Blanco, reveló que nuestro país tiene un déficit en infraestructura para educación que llega a los 100 mil millones de soles; e incluso precisó que esta se ha ido acumulando a lo largo de los últimos 20 años.

Señaló que este se ha venido acumulando a lo largo de tres a cuatro décadas como mínimo. Pues lo que se avanza es insuficiente, “se construyen escuelas públicas, pero es insuficiente, entonces además, aquí se construyen y nos olvidamos, no hay mantenimiento y se destruye lo que se hizo”.

Indicó que los alumnos llegan a una infraestructura no adecuada, que no solo es el edificio sino también el equipamiento con todas las tecnologías modernas.

Precisó que la zona donde se advierte un mayor déficit en infraestructura es la sierra de nuestro país. “Coincide mucho, lamentablemente en que al parecer todos se ponen de acuerdo para abandonar a los más pobres, como Ayacucho, Huancavelica y Apurímac, que son situaciones reinantes muy pobres y justo ahí tenemos muchos más problemas en el tema de infraestructura”.

INEQUIDAD

Consideró también que la zona rural es la más castigada, a diferencia de la zona urbana. Por ello afirma que en este aspecto ha existido una política de gran inequidad social en este rubro.

“He estado en pueblos como Ayacucho a 4,600 de altura, donde hay escuelas que no tienen agua ni luz. Y lamentablemente coincide que llegan maestros con menores calificaciones. Mientras que en el sector urbano llegan los de mayores calificaciones”.

Lamenta que se golpee mucho a los sectores pobres, lo que considera que no solo significa una gran injusticia social sino que el Estado tiene una gran deuda social con el sector rural.

“Cuando hablamos de calidad educativa tenemos que hablar de equidad social. Por ello debemos tener una visión integral del país. A veces nos focalizamos en el sector urbano, pero creo que tenemos una gran deuda social con el sector rural, donde hay un punto por resolver”.

Colegios emblemáticos

Dante Córdova Blanco cuestionó las inversiones realizadas durante el Gobierno aprista en los llamados colegios emblemáticos, como ocurrió en Chiclayo. “Hay un enfoque errado, en Lima también se ha invertido en reconstruir o remodelar estos colegios emblemáticos y el equipamiento. Yo creo que con ese dinero se hubiese dinamizado mucho (la zona rural). Cuántas escuelas hubiésemos podido construir en el área rural y cuánto hubiéramos mejorado la calidad docente. Eso es parte de las políticas”.