La comunidad educativa del colegio Nicolás La Torre de Chiclayo, demandó a las autoridades del sector su apoyo para poder demoler y construir el cerco perimétrico que está a punto de colapsar y en consecuencia representa un riesgo para los escolares.
Carlos Enrique Paredes Zúñiga, director del colegio cuyo cerco es un latente peligro para el estudiantado, dijo que esta infraestructura tiene más de cincuenta años y que no se construyó cuando se remodeló el colegio.
Advierte que tiene una inclinación muy peligrosa, además no tiene columnas y está apuntalada por seguridad.
Ha recurrido a las autoridades para que se reconstruya esta pared a través de oficios dirigidos al gobierno regional y hasta al Ministerio de Educación para lograr una partida que permita construir el cerco perimétrico, cuyo trabajo demandaría unos 115 mil soles; sin embargo, no se ha tenido respuesta al pedido de apoyo.
Invocó a las autoridades a apoyarlo y no esperar que se desplome la pared y cause víctimas mortales para recién reaccionar.
El colegio cuenta con 1050 estudiantes en ambos turnos y unas 50 personas más, entre docentes, administrativos y auxiliares.
Por su parte, el presidente de Apafa, Daniel Piscoya, dijo que el peligro de la pared tiene más de 12 años. “Nosotros hemos solicitado al gobierno regional y a la Unidad de Gestión Educativa Local de Chiclayo su apoyo; y hasta se ha presentado documentación y expediente técnico para que se realice la reconstrucción de esa pared, pero no se ha tenido respuesta.
Todos los días nuestros hijos corren peligro. No solo es la pared, tenemos al frente de la institución educativa una estación de servicio que está denunciada ante la fiscalía y hasta se recurrió a la autoridad competente por un paradero informal de combis ubicado en el frontis del plantel”, cuestionó Piscoya con la esperanza que sean escuchados.
Explicó que por concepto de Apafa se recaudó unos 50 mil soles, con el que se paga personal administrativo, auxiliar y de servicios así como a algunos docentes, que fortalecen las capacidades de los estudiantes.
Se gasta 25 a 26 mil en pagos a personal administrativo. El resto se ha destinado en obras como la instalación de cámaras de seguridad e implementación de una banda de músicos y la adquisición de material de limpieza. Asimismo, se ha colocado un toldo para la temporada de verano.
También denunció que en la tarde, los vagos vienen a pararse afuera del colegio a esperar a las estudiantes del Sofía; mientras los cobradores de la línea de transporte que llevan al distrito de San José orinan o fuman en el frontis.