A aproximadamente una hora de la provincia de Lambayeque, está uno de los complejos arqueológicos más grandes del Antiguo Perú, Apurlec. Está ubicado a 10 kilómetros al sur este de la ciudad de la Santísima Cruz de Chalpón, en la intersección de los ríos Salas y Motupe.

 

Manuel Cúneo Chambergo, investigador del Museo Arqueológico Nacional Brüning, subrayó que tiene una expansión de aproximadamente 12 mil hectáreas de reserva arqueológica. Las ruinas de sus pirámides y conjuntos habitacionales de adobe, lo hacen único y muy importante.

 

Apurlec, declarado patrimonio cultural de carácter intangible, inalienable e indescriptible por el Ministerio de Cultura en 1996, es conocido por la gran cantidad de canales de irrigación. Por lo que, en este sitio, se habría administrado campos de cultivo, producción agrícola y canales de riego.

 

El especialista señaló que fue uno de los lugares por donde pasó Francisco Pizarro en su recorrido de Tumbes a Cajamarca. Asimismo, Pedro Cieza de León, describió a la ciudad de Motupe, como uno de los valles más poblados en los tiempos pasados.

 

“…y hay en el grandes aposentos y depósitos de los señores principales, en los cuales estaban sus mayordomos mayores…”. “Los señores de estos valles fueron estimados y acatados por sus súbditos; todavía lo son los que han quedado…”, se lee en su obra La Crónica del Perú.

 

Sin embargo; algunos pobladores han escatimado la historia y el valor cultural que tiene Apurlec y han procedido a realizar invasiones del área, por motivo de ampliación agrícola en algunos casos y en otros por expansión de centros rurales.

 

Hace algunos días, exactamente el 31 de agosto del presente año, Manuel Cúneo, indica que recibieron una denuncia a través de una llamada telefónica, de un nuevo atentado al sitio arqueológico. Esta vez, se trató de la destrucción de uno de los componentes arquitectónicos; específicamente de una plataforma piramidal.

 

El objetivo de las personas probablemente habría sido urbanizar esta área, que se encuentra en el kilómetro 52 de la Panamericana antigua. Por ello, procedieron a nivelar la zona con maquinaria pesada para posteriormente vender los lotes.

 

“Nosotros hemos acudido el día de ayer (miércoles) a verificar esta denuncia, hemos realizado un registro fotográfico y aéreo de la zona y la situación es dramática. Unas tres cuartas partes de la pirámide ha sido destruida y eso es motivo de preocupación”, acotó.

 

En ese sentido, acudieron a la comisaría de Motupe, para presentar la denuncia y levantar un acta judicial. De esta manera, se inicie el trámite ante la Fiscalía y se dé con los responsables. Además, tienen que elaborar un informe y anexar la constatación policial para remitirlo a la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) Lambayeque.

 

El arqueólogo manifestó que de acuerdo a las versiones de los pobladores de la comunidad campesina San Julián, del distrito lambayecano de Motupe y un trabajador municipal encargado de proteger el patrimonio cultural, sería un señor de apellido Vílchez; quien compró los terrenos hace algunos años a uno de apellidos Bances.

 

El investigador invocó a la Fiscalía; quienes “en muchas oportunidades no le dan el énfasis que merecen a las denuncias por afectación a las zonas arqueológicas, pues expresan que no cuentan con planos, delimitación física, señalización, etc., y olvidan que la Constitución Política del Perú, protege al patrimonio cultural esté o no declarado”.

 

En su momento, Jorge Luis Álvarez, investigador del Museo Arqueológico Nacional Brüning, acotó que los municipios, en este caso el de Motupe, tienen que trabajar con los lugareños para generar conciencia que los monumentos culturales se deben proteger, porque son una fuente inagotable de recursos de investigación para el conocimiento de la historia de los pueblos. Asimismo, permite el desarrollo del turismo, y en consecuencia promueve la economía local.

 

“Ayer (miércoles) estuvimos en el lugar y constatamos la presencia de representantes de la comuna distrital y lo saludamos, pues han participado en el levantamiento del acta. Del mismo modo, esperamos que el Ministerio de Cultura, después de tener conocimiento de lo acontecido, dé seguimiento al caso para que se sancione a las personas que cometieron estas afectaciones y no lo vuelvan a hacer”, concluyó.