Respecto a la información que otorgó la Oficina de Registro Nacional e Identificación y Estado Civil (Reniec) de Chiclayo a La Industria, que 17 mil 548 niños y niñas de la región tienen su DNI caducado, Luis Montenegro Serquén, coordinador de la Mesa de la Lucha Contra la Pobreza de Lambayeque, señaló que el Estado es el único responsable de dicha situación.

 

“No nos compliquemos la vida, todos los infantes aún sin identificación tienen acceso a salud, educación y programas sociales. Entonces, no nos hagamos problemas porque se vencieron”. “Ellos (padres) no tienen la obligación de estar informados (más aún si viven en zonas vulnerables) con estos detalles, porque tiene prioridades, pero sí el Reniec, Educación y Salud podrían incidir para que renueven su documento”, aseguró.

 

Montenegro Serquén, sostuvo que en ninguna situación, por falta de DNI, se debe permitir que se deje de atender a una persona, más aún si es un menor de edad o adulto mayor, pues se les estaría vulnerando sus derechos e incluyendo en la lista de los pobres invisibles, que no figuren en las estadísticas que otorga el gobierno.

 

“Por eso, si en la actualidad hablamos de un subregistro, nos referimos a un 7%, aunque en el 2007 existía un 20%”. “Es más, la población decía para qué me piden el documento de identidad si nunca me han tomado en cuenta. No les servía para nada, porque vivían en la zona rural y no recibían ningún beneficio del Estado”, acotó.

 

En todo momento, el coordinador de la Mesa de la Lucha Contra la Pobreza de Lambayeque, subrayó, que las personas que viven en la zona altoandina, no tienen la culpa que el 50% de la cifra mencionada al inicio; es decir; aproximadamente 8 774 niños y niñas tengan su DNI vencido.

 

“Nosotros, tenemos que buscarlos, no tenemos que esperar a que vengan porque dirán que no les beneficia en nada y eso debería dolerle a las autoridades, que les digan que el documento peruano no tienen ningún valor”, subrayó Luis Montenegro.

 

En tanto, manifestó que hace falta mayor información para que los niños ejerzan su identidad como ciudadanos, porque dentro de unos años crecerán. “No tenemos que dejar a los jóvenes de lado, porque el terrorismo continúa con vida y puede enrolarlos. Por el contrario, tenemos que protegerlos”, culminó.