Estudiantes, docentes y trabajadores de la Universidad Particular de Chiclayo (UDCh) lamentan que esta casa superior de estudios no haya logrado el Licenciamiento de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU). Exigen se realice una auditoría económica y académica a quienes actualmente la dirigen, mientras existe incertidumbre en la universidad.

 

La Industria acudió hasta el local de la UDCh; sin embargo, ninguna autoridad universitaria dio la cara para conocer cuál será la posición de quienes la dirigen, luego que la SUNEDU le denegara el licenciamiento por no cumplir con las Condiciones Básicas de Calidad (CBC).

 

La Universidad Particular de Chiclayo, creada en 1985, tiene actualmente 6,234 estudiantes que se encuentran distribuidos en su sede principal y su filial de Jaén. Precisamente, ayer, tras conocerse la noticia, algunos de ellos acudieron a la UDCh a fin de recibir información respecto a su traslado a otra universidad, teniendo en cuenta que por ahora se encuentran de vacaciones y podrían aprovechar para realizar dicha gestión.

 

“Engañados, porque esas cosas no se debieron dar en nuestra universidad”, señaló un estudiante.

 

En tanto, Carlos Tarrillo, corroborando lo dicho por la SUNEDU indicó que “nunca he visto mejoras en la universidad. En sí, los equipos, las aulas teníamos que compartirla con otras escuelas como Derecho, que cuando venían los estudiantes nos decían que saliéramos”, señaló.

 

Explicó que ayer fue en búsqueda de su director de escuela pero no encontró a nadie.

 

Otro estudiante aseguró que llegó hasta la universidad a fin de recoger su sílabo para acudir con este a otra universidad, ya que la Sunedu dijo que tiene dos años para hacer su traslado. Aunque indicó que en la universidad que él escogió ya se cumplió el proceso de matrículas, pero “van a ver si abrirán otro periodo de admisión, para los alumnos que se quedarán sin universidad”, refirió.

 

A propósito, la SUNEDU instaló una oficina en la Casa Comunal de la Juventud para informar a estudiantes y padres de familia sobre el proceso de cese de la universidad.

 

El conocido docente de la UDCh, fundador de la escuela de Psicología y decano del Colegio de Psicólogos de Lambayeque, Maximiliano Plaza Quevedo, pidió que se realice inmediatamente una auditoría académica, así como económica.

 

“Académica para ver la cantidad de títulos falsos que van a salir. De resoluciones y méritos falsos, dados a muchos personajes. A parte de lo económico. Ese señor (Alberto Ortiz Prieto) muestra signos exteriores de riqueza tremendos. (Y) los testaferros que deben de tener. Esa es mi opinión”.

 

Asimismo, manifestó que los títulos falsos fueron otorgados a gente conocida del medio. “Maestrías a gente que nunca estuvo en la maestría, de repente. Esos ocupan grandes cargos”.

 

La periodista y docente Jesús León Ángeles, egresada de esta universidad, llegó a ser directora de 2 escuelas profesionales. “Me duele en el corazón el cierre de mi alma mater, porque personalmente siempre inculqué a mis alumnos el amor hacia la UDCh y me esforcé porque cada clase quedara grabada por siempre en mis alumnos. Se pudo hacer mucho, pero lamentablemente pocos éramos los que trabajábamos de corazón y por amor a la UDCh”.

 

Alfredo Gómez Silva, secretario de Defensa del Sindicato de Trabajadores No Docente, quien junto a otros 49 trabajadores de la universidad fueron despedidos por denunciar que las autoridades no estaban avanzando con el proceso de licenciamiento, culpó directamente a quienes dirigen esta Casa Superior de Estudios de la denegatoria de su licencia institucional.

 

“Es específicamente culpa de todos los directivos, autoridades universitarias, llámese consejo universitario, asamblea universitaria, encabezada por el señor Alberto Ortiz Prieto. Son los responsables, desde que ellos ingresaron no ha habido una gestión con un ánimo de calidad y de trabajar con estándares que la lleven a una calidad académica y administrativa”, señaló Gómez Silva.

 

Señaló que ellos han destrozado académica y administrativamente a la universidad y es el resultado de que tenga un incumplimiento del 90% de las Condiciones Básicas de Calidad exigidas por la SUNEDU.

 

“Es decir, tiene tres indicadores de 44 que se han cumplido. Eso es negligencia total. No tiene lo académico, infraestructura, económico ni inversión. En vez de estar invirtiendo se pagaron altos sueldos, se aumentaron sueldos, se pagaron vacaciones por más de S/ 900 mil, porque él y su director de personal se pagaron, estando en un proceso de licenciamiento”.