La mañana de ayer, miles de profesionales y estudiantes que se formaron y forman en las aulas de la Universidad Particular de Chiclayo (UDCh), no salían de su asombro tras conocer que la Superintendencia Nacional de Educación Superior (SUNEDU) denegó la licencia institucional a uno de los íconos académicos de la región y con ello advertía el fin de esta universidad.
La UDCh, debido al incumplimiento de las Condiciones Básicas de Calidad (CBC) que exige la Ley Universitaria deberá cesar progresivamente sus actividades.
Las autoridades universitarias lideradas por su rector, Alberto Ortiz Prieto, fueron incapaces de alcanzar para poder brindar el servicio educativo de nivel universitario.
“Que a pesar de todos los esfuerzos de la SUNEDU para que la universidad cumpla con las CBC, lamentablemente ha tenido un incumplimiento casi generalizado de los indicadores y de casi todas las CBC que fueron evaluadas. En este caso fueron siete condiciones (de las 8)”, señaló el superintendente de la SUNEDU, Martín Benavides Abanta.
Según Martín Benavides, se logró identificar debilidades en la gestión institucional y planificación interna, como deficiencias en el diseño de sus instrumentos de gestión para el logro de sus objetivos institucionales. También se determinó que no evidencia una gestión académica clara, definida y consistente que redunde en la propuesta alineada con los objetivos, recursos y procesos internos dentro de la universidad.
La universidad declaró contar con 30 laboratorios y talleres (23 en la sede y 7 en la filial). Sin embargo, el 80% de ellos no cuenta con instrumentos de gestión para la identificación de peligros y control de riesgos. Asimismo, el 50% de los programas ofertados no cuenta con ambientes de enseñanza pertinentes para la prestación del servicio educativo.
La UDCh tampoco ha demostrado el desarrollo sostenido y articulado de la investigación. Además, los docentes encargados de ello no cuentan con la disponibilidad horaria para ejecutar los proyectos. Mientras que el porcentaje de docentes a tiempo completo está por debajo del 25% que exige la Ley Universitaria y aún tiene profesores con grado de bachiller, que no están comprendidos en el proceso de adecuación para alcanzar el grado de magister.
Según la SUNEDU, entre el 2016 y 2019 la universidad, ha tenido una serie de sanciones y amonestaciones impuestas por la Oficina Regional del Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi). “Es una universidad que está en el radar de las instituciones públicas que tienen como responsabilidad velar por los intereses de la ciudadanía”, dijo Martín Benavides.
“Ciertamente es una situación delicada, esta es la segunda universidad de Chiclayo que ha sido denegado su Licenciamiento. Alertar a la ciudadanía chiclayana que se vienen cambios importantes. Acá ha habido una proliferación de universidades que no cumplían con las condiciones básicas de calidad”.
PROCESO DE CIERRE
Martín Benavides, dijo que se ha diseñado un reglamento de cierre, por lo que la UDCh tiene que inmediatamente suspender los procesos de admisión. En este caso el programado para el mes de agosto, que “no se puede dar ya. No pueden entrar más estudiantes a esta universidad”.
Los actuales estudiantes tienen distintas opciones: la primera es que la UDCh tiene hasta dos años para cerrar su oferta; es decir, que los estudiantes que están en los grados más avanzados puedan concluir en esta universidad ya que la SUNEDU les va a reconocer los estudios a través de los diplomas correspondientes, siempre que no excedan de los dos años.
También se da la posibilidad de que el estudiante “pueda tener la oportunidad de trasladarse de manera individual a cualquier universidad que esté ofreciendo una carrera similar a la que tenían en la UDCh o también lo que puede ocurrir es que la universidad entre en una relación con otras universidades licenciadas y firme un convenio de traslado de estudiantes”.
“Estamos muy preocupados por la situación del sistema universitario en esta zona. Que esa preocupación ya nos ha llevado a denegar la autorización de funcionamiento de dos universidades… y no vamos a parar hasta que efectivamente podamos garantizar a la ciudadanía de esta zona que las universidades que funcionan cumplen con las Condiciones Básicas de Calidad”, concluyó el superintendente de la SUNEDU, Martín Benavides Abanta.