Una de las soluciones para que una ciudad cuente con un moderno mercado, sería que la propiedad traspase a manos de los comerciantes, quienes busquen soluciones para trabajar en un espacio seguro y deje de ser una “bomba de tiempo”. Además, contar con un mercado en buen estado servirá para competir con los grandes supermercados.

 

El secretario de la Confederación Nacional de Mercados y Comercio del Perú, Carlos Aguilar Contreras indicó que Lambayeque cuenta con amplios centros de abastos, donde se podría invertir en favor del desarrollo de la ciudad; sin embargo, el interés de las autoridades es nulo.

 

Citó como ejemplo, el mercado Moshoqueque, en el cual se mueven miles de soles al día, pero su infraestructura y servicio ya colapsó. “Los comerciantes y el equipo técnico pueden proceder a un saneamiento físico legal del terreno para ello el municipio deberá transferir a la propiedad de los comerciantes, quienes deben invertir y reconstruir el complejo”.

 

El dirigente hace alusión a las Leyes N° 30953; 27304; 26569; 28181; 28687 y sus reglamentos, para la privatización y titulación de mercados.

 

Otro de los ejemplos que citó fue el mercado Modelo de Chiclayo, también muy concurrido, pero que atraviesa por su peor momento. Sus instalaciones eléctricas, infraestructura, desorden, comercio informal, entre otros problemas no logran ser solucionados por su autoridad.

 

“Este mercado necesita de una modernización porque ya ha cumplido su ciclo y el cliente merece otro servicio; sin embargo, no se cumple con ley de expropiación de las tiendas y reconstrucción del mercado”, comentó.

 

A nivel nacional son 3200 mercados, de los cuales el 70% ya son administrados por los comerciantes. En el caso de Lima son 1200 centros de abastos, de los cuales 200 son modernos.

 

“Es necesario que la autoridad trabaje con los comerciantes para lograr la modernización. Si están distanciados no van a lograr mucho”, acotó.

 

Aguilar Contreras mencionó que a nivel nacional son 2 millones y medio de comerciantes que trabajan de forma directa en los mercados; sin embargo, se estima que la cifra llegue a duplicarse, considerando que un comerciante puede contratar a más para que se desempeñen en su puesto.