Una propuesta para el retorno del Cuchillo de Íllimo o Tumi de Oro, que se encuentra en el Museo Nacional de Arqueología y Antropología de Pueblo Libre en Lima, surge en este distrito por iniciativa de sus autoridades municipales y miembros de la sociedad civil. La idea es exhibirlo durante su aniversario, pero también construir un museo para tenerlo de manera permanente.

 

El alcalde de Íllimo, Miguel Baldera Sandoval, busca promover el turismo en su distrito. Ciudad, donde hace 83 años, se dio uno de los más importantes hallazgos ocurridos en esta zona. Pero también, generar identidad por su cultura.

 

Para conseguir su objetivo, la autoridad se ha propuesto traer de vuelta a Lambayeque, y precisamente a Íllimo, uno de los tres Cuchillos de Íllimo o Tumi de Oro, que de esta tierra salieron y que hoy, dos de ellos, aún permanecen en Lima.

 

“El Tumi es de Íllimo y del departamento de Lambayeque y por lo tanto nosotros estamos solicitando para que venga nuevamente a la región, por intermedio del gobernador regional Anselmo Lozano. El Tumi de oro se fue hace 83 años cuando se halló en la huaca La Ventana, y desde 1936 nadie lo conoce”, señaló la autoridad municipal.

 

Precisamente el periodista y vicepresidente de la Casa de la Cultura de Íllimo, Juan César Cabreros Becerra, recuerda que en este distrito “hubo un huaquero que se llamó Hipólito Granados, que a fines del año 1936 halló más de 20 piezas de oro de mucha calidad y tuvo el buen tino de comunicarle al gobernador de ese entonces (Juan Cieza Cabrejos). Y el Gobierno central trajo al arqueólogo Julio C. Tello a Íllimo y luego, esas piezas fueron llevadas a Lima, entre ellas una de mucho valor, en cuanto a la calidad del trabajo, que fue el Cuchillo de Íllimo o Tumi de Oro”, señala.

 

En un oficio del 31 de mayo de este año, remitido al gobernador regional, Anselmo Lozano, el alcalde le pide que interceda ante el presidente de la República, para que haga posible que el ‘Tumi de Oro’ o ‘Cuchillo de Íllimo’, patrimonio histórico de nuestro pueblo y de nuestra región Lambayeque, que está en el Museo Nacional de Arqueología y Antropología de Pueblo Libre, sea trasladado a nuestra región, haciendo eco a lo manifestado por el ilustre arqueólogo Federico Kauffman Doig, cuando propone que el Tumi de Oro, debería permanecer en Lambayeque y no en Lima, por haber sido encontrado en Íllimo”.

 

El alcalde recuerda que fueron tres los Tumis descubiertos en Íllimo. Sin embargo, uno de ellos, el hallado en 1936, fue robado cuatro décadas después en Lima y luego destruido.

 

Según el Boletín de Lima, de la Peruvian Scientifc Publications, fue el 27 de noviembre de 1981 cuando se dio a conocer el robo del Tumi más impresionante, que fue hallado en huaca La Ventana y que en abril de 1982 se informó que los autores del robo fueron empleados del mismo Museo Nacional de Antropología y Arqueología de Lima, que partieron las piezas para venderlas y que del Tumi, solo quedaba un pedazo.

 

La valiosa pieza robada tenía las siguientes dimensiones: longitud total, 0.435 metros; longitud de la figura del Dios, 0.290 metros; longitud del cuchillo en forma de media luna, 0.145; ancho máximo, 0.155 metros. El peso de 1 kilogramo, señala en una descripción el historiador Luis E. Valcárcel.

 

Hoy, hay dos Tumis similares que se hallan en el Museo Nacional de Arqueología y Antropología de Pueblo Libre, en Lima. Y es a una de ellos, a donde apunta el alcalde de Íllimo para retornarlo a su tierra natal. Bien por el aniversario, y tenerlo de manera temporal o construir un museo para que la albergue de forma permanente.

 

“Estamos pidiendo que por lo menos regrese uno a Íllimo. Ya hemos conversado con el arqueólogo Carlos Wester, para que nos apoye, y estamos preparando un museo temporal que va estar en la biblioteca municipal. Porque ya nos ofrecieron regresar al Guerrero de Íllimo y todas las cerámicas halladas en las excavaciones”.

 

Precisamente el director del Museo Nacional Brüning de Lambayeque, Carlos Wester La Torre, señaló que se ha conversado con el alcalde de Íllimo para ver la posibilidad de que los materiales que fueron hallados en las excavaciones del año 1996 en Íllimo vuelvan a este distrito mismo, “si es que hay un espacio adecuado que garantice las condiciones de la presentación, seguridad y conservación”.

 

“Por nuestra parte no tendríamos ningún problema de que vuelvan a su lugar de origen, donde deben estar siempre, para que se conviertan en elementos de la identidad de la población, siempre y cuando estén dentro de los parámetros que hemos sugerido”, indica Wester la Torre.

 

Lo que propone devolver el Museo Brüning es el Guerrero de Íllimo, que es un personaje muy importante de la élite Lambayeque, una especie de Guerrero, y otras piezas importantes, halladas en el sector el Arenal y que pertenecen a la cultura Lambayeque.

 

“La política de la institución es que los bienes estén en los lugares donde han sido hallados, pero con las condiciones que se exigen para estos casos. En Íllimo, con mayor razón todavía, por los antecedentes del cuchillo ceremonial que está asociado al pueblo de Íllimo y aparece como un ícono cuando uno ingresa al pueblo y está representado en la plaza principal donde está dibujado el Tumi”, refiere Carlos Wester.

 

“La idea es que Íllimo tenga su museo, porque tanto en el Museo Brüning como en el museo de Pueblo Libre hay cantidad de objetos metálicos, cerámica, textiles y otras que han salido de las huacas de Íllimo y que están almacenados por la falta de espacio para exhibirlas. Entonces todos esos objetos podrían venir a un recinto especial”, recuerda Juan Carlos Cabrejos.

 

Respecto al museo que se pretende construir en Íllimo el director del Brüning señaló que están dispuestos a asesorar, “nosotros tenemos toda la buena intención de colaborar, porque es parte del trabajo de educar a la población sobre su patrimonio y lo haríamos con el mayor gusto”.