Desde el día de ayer, las personas que deseen adquirir sus productos en bolsas plásticas al ir a comprar a una bodega o supermercado deben pagar 10 céntimos por cada una de ellas y otros diez céntimos por concepto de impuesto. Esto, de acuerdo a la Ley N°30884 que regula el plástico de un solo uso y los recipientes o envases descartables.
La Industria, recorrió algunas calles de Chiclayo para conocer el punto de vista de los ciudadanos respecto a esta medida que está adoptando el Ministerio de Ambiente (MINAM) para disminuir la contaminación. Cabe indicar, que la mayoría de entrevistados se mostró a favor, pero también hubo quienes explicaron el motivo de su rechazo.
Una joven, indicó que al cobrar los establecimientos comerciales por las bolsas, los usuarios evitarán comprarlas y las reemplazarán por algo más. Por ejemplo, las bolsas de tela. “Es la única forma, para que los peruanos podamos tomar conciencia”, añadió.
En su momento, Verónica Hurtado, quien es licenciada en Enfermería, señaló que es una estrategia adecuada para sensibilizar a la población sobre las consecuencias que trae el uso excesivo de bolsas plásticas. No obstante, el Estado debe dar énfasis a las campañas y talleres de sensibilización, sobre todo, en las instituciones educativas.
Daniela Bravo, una estudiante de primer grado de secundario, mencionó que está en total acuerdo, porque las bolsas plásticas llegan hasta el mar y terminan afectando a los animales marinos. En ese sentido, también propuso darle mayor énfasis y promoción a las bolsas de tela y reciclar las bolsas que se tienen en casa.
Para José Luis Vásquez, la propuesta del MINAM es interesante, pero recordó que las bolsas de plástico no solo se otorgan en los centros comerciales. La mayoría de la población hace uso de ellas para colocar sus residuos sólidos. En base a ello, se deben elaborar estrategias, de modo que no se genere un foco infeccioso.
En cambio, Alonso Ortiz, estudiantes de Medicina Humana de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo (UNPRG), manifestó no estar a favor con la norma, porque el consumo de plástico es racionalizado y, ponerle un costo a su producción no evitará que exista o deje de insistir. “Ponerle un precio arbitrario es una tremenda demagogia de lo cual no soy partícipe”, agregó.
Explicó que la política que están utilizando no le parece que sea la mejor, pues en el Perú nunca han funcionado los controles de precio. En ese aspecto, estoy a favor de la concientización. De esta manera, se pueda dar a conocer a la población las verdaderas consecuencias de la contaminación.