Local
Publicado el Sábado, 06 de Julio del 2019

Cuatro distritos ‘condenados’ a vivir entre la pobreza y la anemia

Las necesidades de Cañaris, Incahuasi, Salas y Mórrope son conocidas desde siempre, pero poco o nada se avanza
 Las necesidades de la población de cuatro distritos de la región Lambayeque parecen estar condenadas a la indiferencia de las autoridades de turno. A nivel regional, la anemia se presenta en el 41% de la población, los mayores porcentajes se registran en Incahuasi con 69% y Cañaris con 66% de anemia en niños menores de tres años de edad, según información proporcionada por responsable de la Estrategia de Alimentación y Nutrición Saludable de la Gerencia Regional de Salud (GERESA), Giovanni Portocarrero Guerrero.
 
Asimismo, el 44% de la población infantil evaluado de Mórrope presenta anemia y el 32% en Salas.
 
Uno de los factores que impide el desarrollo de los distritos es el analfabetismo. En Incahuasi el 31.8% de la población no sabe leer ni escribir, en Cañaris es el 38.2%, asimismo en Salas el analfabetismo se presenta en el 22.3% de la población y en Mórrope con el 19.4%.
 
“Es un factor que condiciona a los problemas nutricionales, si no pueden acceder al conocimiento, si no puede entender de lo que estamos hablando, de la magnitud que significa esta enfermedad difícilmente vamos a darles solución”, dijo la responsable de la Estrategia de Alimentación y Nutrición Saludable de la Gerencia Regional de Salud (GERESA), Giovanni Portocarrero Guerrero.
 
A pesar de ello, para contrarrestar la anemia y demás enfermedades, se trabaja mediante la consejería nutricional, desarrollo de acciones demostrativas, entrega de suplementos como Sulfato Ferroso, para los niños, lo que ayuda en la prevención y tratamiento.
 
Además, de la promoción de la lactancia materna y la técnica del lavado de manos.
 
La funcionaria reconoció la falta de personal en la zona, quienes ayudarían a ir en busca de los niños para darles el tratamiento, ya que difícilmente el 100% de la población objetivo se acerca al centro de salud, donde se reparte los suplementos.
 
Sin embargo, el analfabetismo es lo que impera en la zona, incluso permitió que las madres alimenten con suplementos (polvo) a sus animales, en lugar de darles a sus hijos.
 
“La madres rechazan el suplemento en polvo que se deberían diluir en los alimentos de sus niños, eso no estuvo dando buenos resultados, las mamas preferían darle a los animales”, aseveró.
 
En estos distritos es complicado reducir las enfermedades de forma inmediata, además por la falta de acceso y servicios básicos.
 
Debido a sus costumbres, la población no acude al centro de salud hasta cuando empeora la situación.
 
“No solo es la falta de acceso a los establecimientos de salud, justamente por la costumbres de la población las mujeres acuden a las parteras o curanderos, requieren ayuda de un médico cuando el niño ya está muy grave con neumonía, por ejemplo”, acotó.
 
La falta de agua potable y desagüe, además del hacinamiento en que viven conlleva al incremento de la parasitosis y enfermedades diarreicas agudas. A ello se suma la mala alimentación de las gestantes, lo que provoca que los niños nazcan con bajo peso.
 
El idioma y el machismo son otras barreras que influyen para llegar a la población. “Los hombres no dejan que sus parejas se cuiden, que tengan un tratamiento ginecológico y es por eso que tienen muchos hijos”.
 
“La alimentación sería buena, si es que ellos acostumbraran a consumir lo que producen y no hacer intercambios con otros productos”, sentenció.
 

Suscríbete a La Industria

Disfruta de nuestro contenido a diario