La llegada de venezolanos a Perú ha traído diversas reacciones y consecuencias, como el constante rechazo, es por ello que la Iglesia Católica invita a todos a trabajar por una sociedad unida.

 

El obispo de la Diócesis de Chiclayo, monseñor Robert Prevost indicó que la xenofobia está aumentando en Perú, específicamente en la región Lambayeque, por lo que la iglesia ha emprendido un sinnúmero de intervenciones.

 

También reconoció que las condiciones en que llegan los extranjeros, los motiva a que cometan muchos errores en sus vidas y a caer en actos delictivos, por lo que la Diócesis trabaja para evitar que la tentación de caer en todo lo que es ilegal o inmoral invada a los venezolanos.

 

“La informalidad y el hambre a veces es terrible y en eso hemos tenido que trabajar, en encuentros con ellos para animarles a buscar de una manera digna a seguir adelante y no caer en errores, eso es complicado porque algunos han venido a Perú incluso con antecedentes penales”, comentó.

 

Señaló que el Gobierno debe considerar alguna ayuda o intervención en Venezuela considerando que en los últimos años, son más de cinco millones de personas que abandonaron su país.

 

“La crisis en Venezuela sigue y como Iglesia debemos ver como encontramos una solución, buscamos la buena voluntad de todos los peruanos para que no haya ese rechazo, busquemos medidas buenas y eficaces para crear puestos de trabajo, siguiendo los esfuerzos de trabajar juntos con el Estado y empresa privada”, expresó.

 

La autoridad católica recordó lo que Jesús dice en el evangelio, referente a que tenemos que ser cristianos y vivir desde los valores que siempre han sido parte desde la cultura y fe católica. “Acoger al extranjero, recibir a quien tenga necesidad, dar la mano a quien está mal”.

 

En ese sentido, manifestó que la Iglesia tiene varios frentes de respuesta como ayuda inmediata. Cuando los migrantes llegan no saben a dónde acudir y resultan en las parroquias, lugar donde los párrocos son generosos y les brindan una mano con ayuda económica o comida.

 

Se ha implementado albergues, teniendo en cuenta que llegan familias integradas también por niños.

 

A nivel de Diócesis, desde hace tiempo funciona la Comisión de Movilidad Humana y Trata de Personas, la cual se ha dedicado a acompañar a los extranjeros cuando hay casos de enfermedad, ya sea con ayuda médica o económica.

 

A esta ayuda, se incluye Caritas Chiclayo, quien tiene varios programas de asistencia. También se ha inaugurado comedores donde las familias llegan a alimentarse por una cómoda tarifa.

 

Antes de concluir con la entrevista, monseñor se dirigió a los venezolanos y los peruanos, ya que se habla sobre el aumento de la delincuencia. “La delincuencia ya existía desde antes que ellos (venezolanos) llegaran, pero también hay quienes pueden estar cometiendo errores como resultado del hambre que padecen. Hacemos un llamado a todos para convivir en paz, que no cometan más errores y que acabe la xenofobia”, puntualizó.