Chiclayo es una ciudad inaccesible para las personas con discapacidad, sin embargo la situación se multiplica por tres o cuatro en la zona rural, lo cual hace más difícil su desplazamiento, indicó Próspero Carrillo Santiago, presidente de la Asociación de Artesanos de Personas con Discapacidad de la región Lambayeque.

 

Explicó que en los distritos el problema es mayor porque la mayoría de calles no están asfaltadas y las viviendas no cuentan con veredas, y si lo tienen, han sido construidas de manera irregular, sin tomar en cuenta los criterios establecidos en las normas de edificaciones.

 

Por ejemplo, en Chongoyape, existen rampas de cemento que ocupan toda la vereda y, el peatón tiene que bajar a la pista para cruzar. “Esta situación se torna complicada para las personas con discapacidad visual o que utilizan sillas de ruedas”, comentó Carrillo Santiago.

 

En ese sentido, recordó que el 1% del presupuesto de los municipios está asignado para este sector de la población. Del cual, pueden utilizar el 0,5% en campañas de sensibilización, volantes, etc. y el otro 0,5% en temas de asistencia; es decir; para instalar rampas o brindar alguna herramienta (silla de ruedas, bastón, etc.) a las personas de bajos recursos de su jurisdicción.

 

Próspero Carrillo, quien tiene discapacidad visual, subrayó que los problemas también se presentan en los sectores educación y salud. Si en Chiclayo, que es capital de Lambayeque, las personas con discapacidad no reciben los servicios adecuados, en la zona rural, que no cuentan con la infraestructura, mobiliario, personal, etc. la situación se agudiza.

 

Por ello, precisó que la principal tarea de las autoridades es construir ciudades accesibles para todas las personas, en especial, para aquellas que son vulnerables. “No es posible que se continúen invadiendo las veredas, se tiene que hacer algo al respecto”, concluyó.