La Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de Lambayeque realizó una inspección arqueológica a parte del Cerro Reque. La cual, fue impedida supuestamente por el hijo del dueño de una empresa chancadora que realizaría actividades extractivas de minería no metálica.

 

El hecho se llevó a cabo en la quebrada Algarrobo Grande. Sin embargo, pese a las dificultades, según denunció el profesor de historia y defensor Miguel Iglesias, se habría podido constatar daños en muros prehispánicos y la habilitación de un camino carrozable a la ladera Norte del Cerro Reque.

 

Explicó que la DDC regresó a la Comisaría de Reque y levantó un acta de lo sucedido. Asimismo, los pobladores del distrito están solicitando la intervención inmediata del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) para evitar que daños como este se continúen dando.

 

Asimismo, se está solicitando que la Gerencia Regional de Energía y Minas, además de la Policía Ambiental hagan una inspección, en cumplimiento del proceso de protección al ambiente y a los recursos naturales.

 

Miguel Iglesias, sostuvo que la gestión anterior de la DDC habría otorgado el Certificado de Inexistencia de Restos Arqueológicos (CIRA) a la empresa privada. Sin embargo, desde la Dirección de Cultura, aseguraron que en estas zonas no se habría otorgado ningún certificado CIRA en zonas reconocidas arqueológicas.

 

No obstante, el arqueólogo Ignacio Alva, hace algunos años reconoció muros prehispánicos y piedras dispuestas verticalmente denominadas Huancas.

 

Ignacio Alva escribió en las redes sociales. “Han otorgado permisos y permitieron instalaciones de minería en zonas arqueológicas, reduciendo la protección para anteponer todos los permisos posibles”.

 

El profesor de historia y defensor del Cerro Reque, mencionó que estos atentados se vendrían registrando desde hace aproximadamente cuatro años, pero hasta el momento las autoridades correspondientes no han dado ninguna solución a la problemática.

 

Por el contrario, según denuncia Miguel Iglesias, el Estado estaría promoviendo la destrucción del patrimonio cultural, realizando un camino carrozable en una zona arqueológica que está en proceso de reconocimiento por el Ministerio de Cultura, específicamente en el sector La Calera I, esto para la extracción de piedra que serviría como material para la ampliación del aeropuerto de Chiclayo, según comentó.