Todo establecimiento público y privado está obligado a tener rampas para sillas de ruedas. Sin embargo, en algunos casos estas ocupan parte de la vía pública (veredas), convirtiéndose en un peligro para transeúntes y sobre todo para las personas con discapacidad.

 

José Muro, presidente del Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad (CONADIS) Lambayeque, sostuvo que las rampas deben ir en las esquinas de las veredas y tener una inclinación entre 10 % a 12% por ciento, así como las que han construido en la plazuela Elías Aguirre.

 

Asimismo, las rampas de las empresas o instituciones tienen que estar ubicadas de la puerta hacia dentro. Sin embargo, hasta el momento las autoridades no han hecho nada al respecto. “Si la municipalidad quisiera hacerlo, saldría con sus inspectores y sancionaría a todo el mundo, pero no es así. No hay nadie que controle esta situación”, agregó.

 

Explicó que el Poder Judicial tiene una rampa por la cual las personas que utilizan sillas de ruedas no pueden subir porque la pendiente no es la adecuada.

 

En su momento, Juan Esquivel, vicedecano del Colegio de Arquitectos de Lambayeque, indicó que si bien es cierto las pendientes de las rampas para accesibilidad son de 10% a 12%, ese porcentaje no se respeta porque la infraestructura de las veredas no tiene las dimensiones, ni los anchos correctos para poder resolver esta problemática.

 

“A veces, se debe encontrar una solución a lo que tenemos, porque la ciudad no ha sido pensada para ello”, precisó.

 

En ese sentido, las áreas técnicas de las municipalidades tienen esa responsabilidad. Del mismo modo, para demostrar que son ciudades accesibles deben cumplir algunas metas que el Ministerio de Economía y Finanzas establece (MEF) a cambio de desembolsos económicos.

 

 

ACCESIBILIDAD UNIVERSAL

 

Manifestó que el Gobierno a través del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) ha modificado el contenido de la norma técnica 120 “Accesibilidad para personas con discapacidad” por “Accesibilidad Universal en Edificaciones”.

 

La cual, si bien es cierto está pensada para personas con discapacidad, incluye a adultos mayores, embarazadas, niños en coches, etc. Esta norma garantiza espacios accesibles en todos los restaurantes, cafeterías, tiendas de ropa, así como en establecimientos públicos.