El más antiguo de los colegios en la región, San José de Chiclayo, es una de las entidades educativas que ‘grita’ por atención presupuestaria.
Su director, Daniel Alarcón Díaz, detalló que su moderna infraestructura necesita de un costoso mantenimiento, así como el pintado de todo el plantel.
Afirma, que para lograr la ejecución de los trabajos de mantenimiento de algunas áreas, el colegio alquila sus espacios como el estadio, canchas deportivas, auditorio, piscina. Sin perjudicar que los alumnos también disfruten de los mismos.
“Con los ingresos tratamos de atender fundamentalmente la parte del aprendizaje del estudiante, no hay dinero para hacer otros trabajos como la atención urgente que requiere el velódromo”, comentó.
Añadió, que necesitan 25 personas para los trabajos de limpieza y mantenimiento de los pabellones, aulas, servicios higiénicos y vigilancia.
Las áreas verdes dejaron de serlo, ahora son tierra y lucen totalmente descuidadas. “El mobiliario también ya cumplió con su vida útil; sin embargo, el alumnado continúa utilizando, sin importar las consecuencias”, refirió.
KARL WEISS
A su turno, el director del Karl Weiss, Luis Paredes Soto, enfatizó que, respecto a la sostenibilidad en el tiempo de la infraestructura y otras áreas, “se debe contar con un presupuesto diferenciado permanente”.
Señaló contar con 60 ambientes para clases, 2 laboratorios, 3 ambientes de innovación, 11 ambientes administrativos, 65 ambientes de servicios higiénicos, 1 campo de futbol, 1 polideportivo,1 piscina con tribunas, vestidores, servicios higiénicos, 3 talleres (electricidad, mecánica de producción e industrias alimentarias) y áreas verdes.
“Para cubrir todas las necesidades expuestas actualmente contamos con 5 personas de servicio y un guardián nocturno. Por lo expuesto, consideramos que es necesario contar con: 3 personales de vigilancia, 2 porteros y 9 personas de servicio”, sostuvo.