La Compañía de Bomberos N°55 de Ferreñafe atraviesa una situación crítica. De las cinco unidades vehiculares con las que cuenta, cuatro están inoperativas desde hace un año y una trabaja en un 40%. “Cuando la máquina recalienta se queda y tenemos que esperar a que se enfríe para que funcione nuevamente”, mencionó el capitán Juan Federico Juárez Ronda.
A pesar de las deficiencias que existen en cuanto a instrumentos e indumentarias son 22 personas las que integran este voluntariado y diariamente operan aproximadamente 10, quienes están al tanto de todo lo que sucede en la provincia de Ferreñafe y sus distritos, para de una u otra forma brindar su apoyo, siempre de manera desinteresada.
“Tenemos capital humano muy capacitado para atender cualquier circunstancia, pero ¿con qué arma nos enfrentamos? ¿Qué podemos hacer en estos momentos si nos llaman a una emergencia? Es una pena que nos encontremos en estas condiciones, siendo la segunda compañía que se fundó en la región Lambayeque”, señaló Pablo del Maestro Ríos, comandante en retiro.
Desde el año pasado, la Compañía de Bomberos N°55 de Ferreñafe ha presentado a la comandancia un promedio de ocho requerimientos para que las máquinas sean reparadas, sin embargo hasta la fecha ninguna ha sido atendida. “Nos han dicho que tenemos que esperar e incluso han enviado evaluadores pero ahí ha quedado todo”, añadió Juárez Ronda.
INFRAESTRUCTURA
Debido a los problemas del comando con la constructora encargada de la cimentación de su local, la obra está paralizada desde el 2009; es decir; son 10 años que el techo y las paredes del primer y segundo piso están al aire libre.
Asimismo, parte del local está cercado con tablas, por lo cual, corren el riesgo de que los delincuentes puedan ingresar y llevar algunas cosas de valor e incluso hasta las piezas de los vehículos. “No es un lugar seguro”, indicó uno de los voluntarios.
PEDIDO
Los hombres de rojo piden a las autoridades interesarse por esta institución que está al servicio de la comunidad sin ningún interés. Muchas veces, tienen que dejar sus trabajos para atender las emergencias.
Por ello, piden de su apoyo, así como también están dispuestos a retribuir esta ayuda brindando capacitaciones en las instituciones educativas, unidades vecinales, etc., sobre primeros auxilios, medidas de prevención, entre otros temas.
Solo el cariño que tienen por la noble labor que realizan les ha permitido continuar durante estos años a pesar de las dificultades.