Inentendible por donde se le mire resulta la historia que padecen más de 400 alumnos del nivel inicial y sus respectivos profesores en el distrito de Pueblo Nuevo, Ferreñafe, todo porque el municipio local no inicia la obra de mejoramiento en tres colegios, a pesar de que hace un mes firmó contrato con la constructora ganadora de la buena pro.

 

Se trata del proyecto “Mejoramiento y ampliación del servicio educativo nivel inicial en tres instituciones educativas en Pueblo Nuevo, Ferreñafe”, que comprende los planteles: N°102 Augusto Salcedo Pastor (275 alumnos); N° 314 Nuestra Señora de Guadalupe (121 alumnos) y el N° 310 Jesús Divino Tesoro del fundo Añí (40 alumnos).

 

Dicho proyecto está a cargo de la Municipalidad Distrital de Pueblo Nuevo, el mismo que cuenta con un presupuesto de 5 millones 564 mil 435.62 soles, buena pro que se adjudicó este año el consorcio Sipán y cuya firma de contrato con la comuna se dio el 19 de febrero 2019.

 

 

 

De acuerdo a la versión que las tres directoras de los planteles brindaron a La Industria, el 28 de febrero del presente año, el alcalde de Pueblo Nuevo, Jaime Antonio Chicoma Perleche, les cursó un oficio, en el que les señala que los trabajos se iniciarían el 11 de marzo.

 

En el documento les pedía tomar sus “precauciones respecto a la movilización y ubicación de la población estudiantil con la finalidad de no afectar el desarrollo de las actividades escolares…”.

 

“Las obras no se han iniciado, el alcalde ahora nos dice que ya no se construirá porque no hay presupuesto, asegura que no hay plata, que todo ha sido irregular, entonces la pregunta es: por qué firmó el contrato para la ejecución de obra”, sostuvo María del Pilar Torres Fernández, directora del Augusto Salcedo.

 

La docente cuestionó que esta situación provocó a que ahora sus educandos estén distribuidos en tres locales distintos, lo cual despierta el comprensible malestar de los padres de familia.

 

La misma disconformidad exteriorizó la directora del colegio Nuestra Señora de Guadalupe, Elizabeth Pérez Díaz, quien narró el mismo vía crucis con sus alumnos.

 

“Mi institución está encargada en el colegio Virgen de la Medalla Milagrosa, pero en un segundo piso, lo cual es un riesgo para mis niños, pero no tenemos otra opción”, expresó.

 

La profesora afirmó que no pueden regresar a sus locales educativos que serán remodelados mientras no tengan un documento por parte de su Unidad de Gestión Educativa Local de Ferreñafe.

 

“Nosotros queremos que se ejecute la obra, por eso pedimos la pronta realización de los trabajos. Además, ha sido muy tedioso trasladar todo el mobiliario para que no se vean perjudicados nuestros escolares”, refirió.

 

La misma versión recibimos de la directora del plantel Jesús Divino Tesoro, Luisa Llontop Yaipén, quien precisó que el caso los ha obligado a estar encargados en un local bastante alejado al fundo Añí, donde funciona su plantel a remodelar.

 

“Estamos en el colegio especial San Judas Tadeo, el cual está a 15 minutos de la zona donde funcionamos normalmente, lo cual ocasiona muchos contratiempos a los padres para trasladar a sus menores hijos hasta nuestras provisionales aulas”, comentó.

 

 

Por varios días, La Industria buscó, sin suerte, la versión del burgomaestre, Jaime Chicoma Perleche. A dicha autoridad, también se le llamó por teléfono y dejó mensajes por el Whatsapp, los cuales leyó, pero jamás contestó.

 

Insistiendo por su punto de vista, este medio de comunicación contactó a la jefa de la oficina de Imagen Institucional del municipio de Pueblo Nuevo, quien atenta tomó nota de nuestro requerimiento y se comprometió a gestionar la versión del alcalde, la cual nunca llegó hasta el cierre de esta nota de redacción.

 

Cabe precisar, que según el portal del Sistema Electrónico de Contrataciones del Estado (Seace), la convocatoria de la Licitación Pública N° 01- 2018 se dio el 25 de octubre del año pasado (gestión edil anterior) y según el cronograma, la entrega de la buena pro estuvo prevista para el 28 de diciembre del 2018.

 

Pero dicha entrega y consentimiento de la buena pro recién se otorgó en febrero de este año, la cual vino acompañada, días después, con la obligada firma del contrato con la empresa que se la adjudicó.