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Publicado el Lunes, 18 de Marzo del 2019

El suplicio que viven las personas con discapacidad

Mejorar las céntricas calles de la ‘Ciudad de la Amistad’ al parecer no es prioridad para autoridades de turno.
Una persona con discapacidad no es diferente de las demás y no debe ser impedimento para desarrollarse; sin embargo, las ganas de progresar quedan atrás, cuando calles, veredas, locales públicos y privados, servicios higiénicos y demás espacios son inaccesibles.
 
La Industria acompañó a Janeth Irigoyen Muñoz, representante de Emprendedores Solidarios de la región Lambayeque (Emsolam), a realizar un recorrido por el centro de la ciudad, demostrando lo difícil e inseguro que resulta circular en una silla de ruedas.
 
En la calle Manuel María Izaga, no hay la cantidad de rampas necesarias para facilitar la circulación de la silla de ruedas y casi todas no cumplen con la pendiente adecuada; por lo tanto, se debe solicitar la ayuda de alguien para subir o bajar la silla de ruedas. Un claro ejemplo es en la intersección de la avenida Balta y María Izaga, así como Alfredo Lapoint y María Izaga.
 
Son incontables las veredas que han colapsado y han sido postergadas desde hace años. Una vereda destruida significa que la silla no podrá avanzar y las ruedas de la misma quedarán atascadas, también se puede ver que las cajas de los medidores de agua y buzones no cuentan con tapas.
 
Mientras que en otros casos, como en la cuadra tres de María Izaga, las jardineras fueron construidas en medio de la vereda, dificultando el pase de la silla de ruedas o coche de bebé. También hay casos en que, los postes están en medio de la vereda.
 
Ante esta situación, se ven obligados a empujar la silla en plena pista, exponiéndose a ser atropellados o insultados por los choferes.
 
Si la persona con discapacidad está realizando trámites o de compras en el centro de Chiclayo y necesita los servicios higiénicos resulta difícil y casi imposible que algún negocio acepte prestar el baño y que éste cumpla con las medidas para su uso.
 
La Municipalidad Provincial de Chiclayo cuenta con servicios higiénicos, pero la puerta que tiene rampa, siempre está cerrada. Lo más pronto son los baños ubicados en el mercado Central.
 
Irigoyen Muñoz, tropezando con la mercadería que dejan los comerciantes en los pasadizos, logró llegar hasta los servicios higiénicos, pero encontró varios inconvenientes, como la rampa con una altura difícil de acceder y que a los baños de mujeres no podía ingresar porque una mesa se lo impedía, optó por utilizar los baños de hombres.
 
Esta cruda realidad es la que viven a diario las personas con discapacidad que buscan salir adelante solos, pero que las condiciones de la ciudad les impiden.
 
“Yo le pido al alcalde que se preocupe por nosotros, porque todos somos parte de la sociedad, todos somos personas que demandamos respeto y una ciudad inclusiva. Invito a las autoridades que nos acompañen a realizar un recorrido y sepan lo que es esto, no poder valernos por nosotros mismos por la pésima infraestructura que hay en Chiclayo”, dijo Janeth Irigoyen.
 
En las próximas horas, Emsolam presentará un documento exponiendo ante al alcalde de Chiclayo Marcos Gasco Arrobas, y su pleno de concejo, la situación, así como exigiendo que se invierta el 1% del Presupuesto Participativo en mejorar las condiciones de las personas con discapacidad.
 

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