Alrededor de las 8:30 de la noche de ayer, la tragedia rondó en el gigantesco hospital Almanzor Aguinaga Asenjo de EsSalud, de cuyo quinto piso, a lo lejos, se divisaban grandes lenguas de fuego.
La llamada de emergencia movilizó a varias unidades de bomberos y a 25 efectivos, quienes hicieron esfuerzos denodados para evacuar a las decenas de pacientes, personal médico y asistencial del área siniestrada, Oncología y otras.
Según informaron de manera preliminar los bomberos, el incendio se habría iniciado en el servicio de Urología, donde cerca a los balones de oxígeno familiares de los pacientes habrían puesto a cargar sus teléfonos celulares, lo cual supuestamente originó una sobrecarga eléctrica, la misma que provocó chispas.
Aunque al final solo hubo pérdidas materiales, los hombres de rojo cuestionaron las vías de acceso al hospital, tanto externas como internas, las mismas que impidieron el despliegue ágil del personal bomberil.
Se conoció, que las enfermeras del quinto piso apoyadas por otros colegas de diferentes áreas, ayudaron a evacuar inicialmente a los pacientes a quienes distribuyeron de manera desesperada en otros niveles, hasta la llegada de los bomberos.
DEFICIENCIAS
Según el teniente brigadier, Jorge Stucchi Meoño, se movilizaron 25 efectivos y cuatro unidades bomberiles (de las compañías 27, 88 y 195), las cuales no pudieron ingresar, debido a que las puertas de la calle del hospital estaban bloqueadas por autos estacionados.
Asimismo, reclamó por lo estrecho de las vías de acceso del interior del nosocomio, lo cual dificultó el ingreso de cisternas, situación-exhortó- que debe ser solucionada por las autoridades del nosocomio.
“Cuando logramos subir al quinto piso habían pacientes atrapados y tuvimos que romper vidrios de las ventanas para rescatarlos. Luego, con la ayuda de las enfermeras logramos apagar el fuego con baldes y extintores. Por suerte no hubo heridos, solo daños materiales”, afirmó Jorge Stucchi.
Por último, el oficial explicó que el fuego se expandió rápidamente por la gran cantidad de archivos que existían en las oficinas, lo cual era material inflamable.
