César Augusto Chero Salvador, supervisor de la obra, ‘Recuperación y mejoramiento de los servicios de observación, interpretación cultural, accesibilidad y disfrute del complejo turístico parroquial San Pedro de Lambayeque’, reveló que estos trabajos se iniciaron sin que se cuente con la autorización del Plan de Monitoreo Arqueológico.

 

“El Plan de Monitoreo Arqueológico tengo entendido está en vías de regularización, el arqueólogo ha venido trabajando, haciendo visitas inopinadas, por eso no hemos profundizado la excavación, porque de hecho necesitamos la intromisión del arqueólogo, eso está ahorita en vía de regularización. Ahorita solo hemos cavado la capa superficial, tenemos que cavar 70 centímetros y no lo hemos hecho, porque necesitamos el permiso de la Dirección Desconcertada de Cultura (DDC)”, exclamó.

 

Cuando se le preguntó directamente si ese plan deberían tenerlo autorizado antes del inicio de la obra, éste terminó reconociendo que sí.

 

“Claro que sí, claro que sí, pero bueno, eso está contemplado en el cuaderno de obra, por supuesto que sí. Advertí que se requiere del permiso y de la presencia de arqueólogo”, agregó algo confundido.

 

Sobre este punto, La industria conversó con el arqueólogo Reyner Ortega Reyes, quien dio su punto de vista de la importancia de tener la autorización del Plan de Monitoreo Arqueológico.

 

“El Plan de Monitoreo Arqueológico debe ser aprobado (recomendado) antes que inicien el movimiento de suelos y hasta que estos culminen.

 

Según el tipo de trabajos realizados, en el caso de la Iglesia que se muestra, es un trabajo mucho más delicado aún. La presencia del arqueólogo y la previa autorización de trabajos por parte de la DDC deberían haberse dado ya desde el primer día.

 

“En las imágenes se ve claramente que el movimiento de suelos se hace sin ningún tipo de precaución y cuidado, tratándose de patrimonio cultural. En ello se registra patrimonio arqueológico e histórico”, señaló el arqueólogo.

 

Reyner Ortega, señaló además que para todo tipo de obras civiles, es necesario contar no solo con un Plan de Monitoreo Arqueológico, sino también con la presencia de un arqueólogo de forma permanente durante la ejecución de la obra.

 

“El Plan de Monitoreo Arqueológico, es aprobado mediante resolución ministerial, en caso de sede central del Ministerio de Cultura y mediante resolución directoral en sedes desconcentrada en cada región. Al parecer los ingenieros que trabajan en el tema desconocen, algo que es una falta muy grave”, explicó.

 

Por último, el arqueólogo dejó en claro que toda esta responsabilidad es del equipo encargado de los trabajos de conservación, refacción y mantenimiento de dicha iglesia. “Aquí no se puede buscar más responsabilidad en otros”, sentenció.

 

 

 

El pasado viernes, los regidores Carlos Inga Bustamante, Antonio Eneque Soraluz y Manuel Vidauure Yerrén, integrantes de la Comisión de Infraestructura del Concejo Municipal de Lambayeque, visitaron la obra y se llevaron con la sopresa que no estaba ni el residente ni el supervisor de obra.

 

“Se hizo una visita inopinada y no se encontró al residente ni al supervisor. Queríamos coordinar con ellos cuál sería el procedimiento constructivo del cerco perimétrico de la Iglesia, pues a simple vista se ve que al retirar el tarrajeo del cerco, los muros tienen adobe y ladrillo con humedad y salitre, el cual es nocivo cuando se coloque la nueva vestidura de dicho cerco”, precisó el concejal Carlos Inga.

 

A su turno, Antonio Eneque dijo que ya cursaron una carta al alcalde Alexander Rodríguez Alvarado, donde le informaron de esta irregularidad.

 

El sábado pasado, La industria visitó la obra y nuevamente el residente se encontraba ausente. Al inicio, su asistente manifestó que estaba cerca de la obra, pero cuando se le pidió lo llame para una entrevista, a los pocos minutos se comunicó con su jefe y dijo que estaba en las canteras viendo material para la obra.

 

“El residente me llamó el pasado jueves para pedirme permiso para el día viernes. El asistente está acá todo el día”, expresó el supervisor César Chero Salvador.

 

Cuando le preguntamos por qué no estaba el sábado el residente, el supervisor dijo desconocer las razones.

 

“Como supervisor tengo que velar por los intereses del Estado. Hoy (sábado pasado) supuestamente debería estar acá, como supervisor estoy tomando todas las acciones”, enfatizó.

 

 

 

Otro de los cuestionamientos de la sociedad civil es la presencia en obra, de cargadores frontales y pesados volquetes que ingresan para la eliminación del desmonte. Lo que la población teme es que se estaría debilitando los muros de esta iglesia, que data de mediados del siglo XVII y que fue declarada monumento histórico en la década del 70 del siglo pasado, según datos proporcionados por el historiador lambayecano Jorge Izquierdo Castañeda.

 

“Para empezar todo esto es parte de la evaluación que lo elaboró el proyectista y lo plasmó en un expediente técnico y está bajo su evaluación, considero que no hay un tipo de riesgo para su infraestructura”, respondió el supervisor.

 

José Baltazar Mino, gerente de Infraestructura del municipio de Lambayeque, unidad ejecutora de la obra, dijo que ya les advirtió a los responsables de la empresa ejecutora que no ingresen los volquetes, pero cuando le mostramos el vídeo que no están acatando su advertencia, dijo empezarán a penalizar a la empresa.

 

 

 

Otra de las advertencias que no estaban contempladas en el expediente técnico, tiene que ver con el material del cerco perimétrico, que según el historiador Jorge Izquierdo, fue construido de adobes y revestido con pequeños ladrillos unidos con mortero de yeso y cal, mezclados con arena fina de río, que como es natural han sufrido serios daños en el transcurso del tiempo, daños ocasionados especialmente por la recurrente presencia del fenómeno “El Niño” en nuestro litoral.

 

Sobre este punto, el supervisor señaló que el profesional que elaboró el expediente técnico consideró que el cerco era todo de ladrillo y se tendrá que hacer una reevaluación a estos trabajos porque el cerco es parte de lo declarado como monumento histórico.

 

“Esos son vicios ocultos y la Ley de Contrataciones del Estado nos da esa facultad. Ya le hemos hecho saber a la entidad (Municipalidad Provincial de Lambayeque). Las acciones que se tomen son facultad de la entidad”, aludió el supervisor.

 

 

 

Lo que más preocupa a la feligresía lambayecana, es el estado del frontis de la Capilla San Roque, que está a un costado de la Iglesia, la cual se encuentra en un estado ruinoso y que no ha sido atendida para su restauración en los últimos 20 años y que los responsables la empresa que ejecuta los trabajos la apuntaló, para que a pocos metros pase la maquinaria pesada.

 

“Es parte del expediente técnico el apuntalamiento de esta fachada. Si aprecias el estado ruinoso, con cualquier movimiento puede colapsar. Usted puede ver que no nos hemos acercado con la maquinaria. De colapsar esa fachada, asumo la responsabilidad sería compartida. La DDC tiene mucho que ver en esto, pero como te digo todo esto ya se ha previsto en el expediente técnico”, comentó el supervisor.