Luego que la mayoría del pleno del Concejo Provincial de Chiclayo fijara en 11 mil 50 la remuneración mensual del alcalde Marco Gasco Arrobas, representantes de los diferentes sectores de la sociedad civil hicieron escuchar su voz de protesta.
Uno de los primeros en protestar fue el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Municipalidad Provincial de Chiclayo, Rafael Margarei Reyes, quien afirmó que técnicamente sí es posible el incremento del salario, así como las dietas de los regidores (3 mil 300 soles).
“Pero dadas las circunstancias y el momento crítico que vive el municipio no lo puede hacer en estos momentos, sobre todo por la crisis económica que vive la comuna, esto da a entender que solo vienen a lucrarse a un municipio donde la basura campea al igual que el desorden vehicular y el comercio ambulatorio”, comentó.
Margarei añadió que el sindicato que representa rechaza de plano este incremento, lo cual les da pie para exigirle a la autoridad edil que cumpla con el pacto colectivo firmado el año pasado.
PUEBLOS JÓVENES
Otro que rechazó el aumento, fue el presidente de la Federación Provincial de Pueblos Jóvenes de Chiclayo, Raúl Benites Acuña, quien afirmó que esto, “ha sido una mala decisión”.
“Es lamentable que el pleno haya aprobado esto cuando tenemos un problema grande con el recojo de la basura, pensamos que primero debió dársele solución a esta problemática”, indicó.
Benites resaltó que son los gestos de un alcalde los que le dan confianza a la ciudadanía, “pero ha empezado con el pie izquierdo y de tumbo en tumbo designado a un funcionario de confianza solicitado por la justicia”, acotó.
ADOSCIL
Por su parte, el coordinador de la Asamblea de Delegados de Organizaciones de la Sociedad Civil de Lambayeque (ADOSCIL), Álvaro Mendoza Cortijo, aseguró que la posición de su entidad es de “absoluto rechazo”.
“Nos parece un despropósito y doblemente censurable porque el municipio está en bancarrota, lo cual ya es un escándalo desde su juramentación con la alfombra roja que utilizó”, precisó.
