Estamos a menos de una semana de celebrar las fiestas navideñas. Las calles de Chiclayo lucen acorde a esta festividad y los niños deberían ser los más emocionados, pero no siempre es así. Los padres y los niños que tienen el Trastorno del Espectro Autista (TEA) son los más afectados por los juegos pirotécnicos, debido a la sensibilidad auditiva que padecen.
Según el Terapista Ocupacional, Pedro Sánchez Velásquez, utilizar productos pirotécnicos en las fiestas de fin de año trae consigo consecuencias negativas en la vida de los niños con TEA, dado a que los fuertes e inesperados ruidos atacan directamente su cerebro; ocasionando conductas repetitivas, dolores intensos de cabeza, dificultades gastrointestinales e incluso, pueden desencadenar una crisis nerviosa o situaciones más intensas como autolesionarse o agredir a las demás personas.
“Así como una buena sensación placentera ayuda en el buen funcionamiento de todo el cerebro de un niño y la persona, un estímulo inadecuado o “agresivo” afecta el estado emocional del niño”, mencionó Sánchez.
Frente a ello, el especialista brindó un mensaje a los padres y a las personas que deseen usar juegos pirotécnicos en estas fechas. A los padres, les recomendó anticipar a sus pequeños con TEA acerca de lo que va a suceder con los pirotécnios, mediante un dibujo, un video, una canción, etc.
Asimismo, señaló que pueden utilizar tampones para los oídos o audífonos aislantes del sonido. Y lo más importante, el padre debe conectarse con la emoción que les genera la situación a los niños, de esta manera reducirá su ansiedad y el pequeño se sentirá acompañado.
Por otro lado, para las personas que deseen usar juegos pirotécnicos, Pedro, aconsejó comprar los que tienen luces y no generan sonidos. Y si los van a utilizar junto a su familia, anticipar a los niños sobre lo que sucederá para que no se asusten.
Para finalizar, el terapista ocupacional resaltó que la Navidad y el Año Nuevo son las fiestas más esperadas por la mayoría de personas, por tanto, se deben disfrutar al máximo, sin necesidad de afectar a nadie, sobre todo a los más pequeños de casa.