Tras el mensaje a la nación de la presidenta de la República, Dina Boluarte Zegarra ante el contexto que atraviesa el país actualmente, especialistas realizaron un análisis sobre su discurso.
La presidenta del país ratificó su llamado a la calma y al diálogo hacia los peruanos que participan de las recientes movilizaciones y subrayó que el Gabinete Ministerial se encuentra más unido que nunca.
OPINIONES
El antropólogo Pedro Alva Mariñas calificó el pronunciamiento de la jefa de Estado como “un mensaje que no está a la altura de las circunstancias, un mensaje confrontacional, un mensaje hasta demagógico en algunas cosas y de manera irresponsable trata de enlodar este movimiento masivo de poblaciones enteras, deslizan cosas sobre su financiamiento”, dijo.
“Me parece que está ocultando de las demandas para que ella se vaya y tener elecciones este año, esa es la exigencia más importante, me parece un mensaje que exacerba los ánimos y decide enfrentarse al movimiento popular”.
Añadió “está tan deslegitimada la presidenta y el Congreso que lo que tienen que hacer es irse y si es posible lo acortan (periodo), convocan a elecciones este año, elegimos a nuevas autoridades, creo que esa podría ser la base importante para acallar las protestas”.
“Si no retroceden y persisten en quedarse un año más vamos a tener problemas y va a ir creciendo”, añadió.
Por su parte, el sociólogo Luis Espejo Morante dijo “su mensaje va dirigido a los marchantes que empezaron pacíficamente, pero nuevamente pequeños grupos violentistas quisieron desvirtuar el carácter de la medida que debió ser preferentemente comunal y social”.
“Ante ello la presidenta ganada por estas últimas reacciones, lanza un mensaje cargado de cierta firmeza de llamado al diálogo. Siento que los marchantes deben nombrar sus representantes comunales para empezar a negociar y detener esta ola de violencia que todos rechazamos”, dijo.
Agregó “instituciones como el Congreso no ayudan a eso probablemente por dos razones: no entender que somos una nación en construcción con diversidad de excluidos, pero también por quedarse todo el tiempo posible en sus curules”.
En ese contexto, consideró “ambos actores: Estado y comunidades deben renunciar a la confrontación como estrategia para solucionar este conflicto social y llegar a instalar un espacio de diálogo con una agenda mínima de dos a tres puntos relacionadas con las demandas comunales que en parte ya están aceptadas como el adelanto de elecciones generales y con ello la elección del nuevo Congreso. Los otros puntos sobre presidencia y asamblea constituyente pueden ser concertados”.
DIÁLOGO SIN INTERLOCUTORES
Por otro lado, el sociólogo y conocedor en gestión pública, Luis Espejo explicó “el mensaje de la presidenta llama al diálogo, pero debería ser a través de equipos especializados, pues no hay interlocutores con quienes tomar comunicación, producto de la actual crisis política”.
“Se trata de buscar soluciones y de seguro las hay, ambos actores: Estado y comunidades deben entrar a una etapa de negociación social, cultural y política, pues se trata de que ambos resulten beneficiados”.
“La solución a la actual crisis, empieza centrando el diálogo comunal en la atención a las demandas del sur andino. De esa manera quedaría aislado el violentismo y demás signos de anomia”, señaló.
“Ambos actores: Estado y comunidades deben renunciar a la confrontación como estrategia para solucionar este conflicto social y llegar a instalar un espacio de diálogo con una agenda mínima de dos a tres puntos”
Luis Espejo
Sociólogo