Luego de haber confirmado un brote de Influenza aviar H5 en aves silvestres, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA) dispuso medidas inmediatas para salvaguardar la producción avícola que se desarrolla en la región; sin embargo, hasta la fecha un promedio de 450 aves silvestres, están muriendo a causa de esta enfermedad.

 

Al respecto, el director ejecutivo del SENASA-Lambayeque, el médico veterinario, Felix Bobadilla Morales, refirió que, después del decreto de la alerta sanitaria el pasado 10 de noviembre en la región Piura y el primer caso de la influenza H5, la autoridad sanitaria puso en acción el plan de contingencia para el control de esta enfermedad, especialmente en lo que respecta a la vigilancia epidemiológica de litoral costero.

 

“Estas acciones se vienen ejecutando con el fin de realizar vigilancia clínica en enfermedades de traspatio, de corral, en granjas y para detectar si hay posibles casos y además levantar información con respecto a la cantidad de aves que crían y dónde están ubicadas las especies”, declaró para los medios de comunicación.

 

Asimismo, sostuvo que debido a que 427 aves marinas han muerto, otras medidas que se están adoptando van en función al trabajo con las brigadas destinadas al recojo de la mortalidad y haciendo una exposición en los lugares adecuados con todas las medidas de seguridad para evitar un posible riesgo a contagio en humanos.

 

Por otra parte, el médico veterinario, Felix Bobadilla Morales, indicó que el SENASA viene tomando 13 muestras y dos de ellas fueron confirmadas como positivas al virus, el resto de pruebas todavía se encuentran en evaluación “Hasta la fecha se están viendo afectadas aves marinas, especialmente pelícanos, estamos haciendo la vigilancia en traspatio, donde se estima que las zonas de San José, Pimentel, Santa Rosa, Puerto Eten y Lagunas, suman un total de 12 mil aves de traspatio y aparte pequeñas granjas de posturas comercial que pueden verse afectadas”, precisó.

 

Finalmente, exhortó a las personas que acuden a las playas del litoral lambayecano que no manipulen aves marinas muertas para evitar posibles contagios.